ALMENDRA
sta MONICA, Alexander Cabanel
ALMENDRA
Apostada en la luz sólo atisbé la sombra.
Volaban ante mí, me rodeaban, los pétalos del frío.
Un silencio sin pájaros y el árbol que brillaba
mojado por las aguas de febrero,
me advirtió de que existe después de la inocencia,
una férrea coraza que protege de toda podredumbre,
de la meliflua, la sutil blandura, que en vano intenta
devorar el fruto de ese interior que cuaja en soledades.
Toda cáscara amarga nos mantiene y aisla.
Nos defiende.
Preserva el corazón de lo que importa,
ajeno a la codicia del mordisco.
Esencialmente vivo, invulnerable.
De Condición del extraño, Inédito (2012)
Efi Cubero
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