los ruidos, #marga
La felicidad necesita del propio hogar. No puede tomarse de jardines ajenos.
pintora :Kate Morton
Ruido
piadoso. A las tres, la boda de novios
equivocados. Se reprochan pensamientos
raros, cuando dan el sí. El responde a una llamada con Bach en celular e informa
a la novia, a boca e’ jarro: " fulana no va bien”. Se refiere a la ex.
Lanzamiento inesperado de flores, grita el padre, amenaza el hermano,
forma escándalo el tío. El novio cede porque parten caras con la
mirada. La lluvia suena a frufrú de sayuela quemada.
Ruido
de resplandor insoportable. El humillo de la chimenea
ensucia el cielo que roza y asciende unos centímetros por encima de los
tejados. Ascensión malinterpretada por el denso resplandor que
aúlla ocre tarde sobre la vaquería.
Ruido de error. Clic de escopeta, acecha el lobo.
Ruido
de muela. Al borde de la civilización, no recuperan del crac-crac que extrae pero
olvida la raíz.
Ruido de flor naciente. La primavera ahogada en el chubasco, roza, se adapta, resiste y come la nariz.
Ruido
de ayuno. Al alba, lamentos del Ramadán. Pan con
queso y mordida en la esquina. Cerca de cincuenta árabes desaprueban con la
mirada, menos el chino de la tienda que dice sí con la cabeza y levanta cejas. Del chino desconfían, invitó a Majombe
y metió paliza. Después confesó que eran cartas ancianas. Hasta los chinos pierden.
Ruido de pescado. La poeta anota
una frase inconclusa que provoca múltiples lecturas elementales, pero solo encuentra versos cuando
rellena sudoku.
Ruido
negativo. Posee la visible cualidad que hunde.
Ruido
de ovarios. Canta como una sirena marinada en limón
y comino, dispuesta a dejarse engañar.
Ruido
triunfal. La ostra dentro de la concha profetiza
éxito.
-Margarita García Alonso, Textos inéditos, marga
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