en caída libre El Tiangong-1
Lanzamiento del cohete chino 'Tiangong-1' en septiembre de 2011.
La estación china, que tiene el tamaño de un autobús escolar, está en caída libre
El Tiangong-1, una estación que fue lanzada por la República Popular en 2011 y desactivada hace cinco años, está en pleno proceso de reentrada a la atmósfera terrestre, perdiendo altura poco a poco. La Administración Espacial Nacional China (CNSA) esperaba lograr un descenso controlado de la construcción -que tiene el tamaño de un autobús escolar-, en parte para evitar que sus restos cayeran en manos de otros países, pero desde 2016 satélites llevan detectando que la estación da vueltas aleatorias, y hace un año las autoridades chinas reconocieron que habían perdido contacto con la estación.
La CNSA informó a la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA) que puso en marcha una iniciativa de vigilancia común dentro del marco del Comité Interinstitucional de Coordinación de Escombros Espaciales (IADC), que engloba expertos en la materia de 13 agencias espaciales, incluyendo la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).
La conclusión de las mismas es que los restos del Tiangong-1 se estrellarán en alguna parte de la tierra entre el viernes y el domingo, 1 de abril.
La ESA explica que la inclinación orbital de la estación, de aproximadamente 42.8 grados, y la naturaleza descontrolada de su vuelta a la tierra implica que podría impactar en cualquier parte del planeta que se encuentre entre las latitudes 42.8 grados norte y 42.8 grados sur.
Aunque esta franja es enorme, y engloba miles de kilómetros de mar, hay una elevada posibilidad que el punto de reentrada sea precisamente en las latitudes límites indicadas, lo que hace que el norte de Portugal y el sur de Australia sean los dos territorios en los que la estación tiene mayor probabilidad de estrellarse.
Elementos tóxicos
De todas las posibilidades de impacto terrestre anticipadas, la que tienen mayor probabilidad -un 3%, según los analistas- de acontecer afectaría el territorio de Portugal continental que se extiende entre la ciudad de Oporto y el río Miño.
Aunque se espera que gran parte de la construcción -que mide más de 10 metros-se queme durante el proceso de reentrada en la atmósfera, es imposible predecir si partes de la estación -que pesaba 8,5 toneladas cuando fue lanzada al espacio- sobrevivirán el viaje.
Los científicos de la ESA afirman que es probable que algunas partes resistentes lleguen a la tierra. No obstante, aseguran que "la posibilidad de ser alcanzado por un escombro espacial es 10 millones de veces inferiores a las de ser alcanzado por un relámpago", y que no hay registro alguno de víctimas mortales de un impacto de este tipo.
Pese a ello, las autoridades lusas están siguiendo el descenso de la estación, ya que el Tiangong-1 contiene numerosos elementos altamente tóxicos, entre ellos hidracina, un compuesto químico que es extremadamente peligroso para la salud de los seres humanos. Tanto la Administración nacional como los científicos de la ESA alertan que, en caso de encontrar restos de la estación que han caído sobre la tierra, es importante alejarse de ellos y alertar a las autoridades, ya que incluso los vapores que desprenden pueden poner en riesgo la vida de las personas.
Una estación espacial china en caída libre puede impactar en Portugal
En caída libre, restos del Tiangong-1 se estrellarán entre hoy viernes y el domingo, 1 de abril. El norte de Portugal y el sur de Australia son los dos territorios en los que la estación tiene mayor probabilidad de estrellarse.
Commentaires