From Exile Project made by Frank Guiller and Juan-Si González. Photography by Ulises Regueiro.
Margarita García Alonso, Miami, Noviembre, 2012
From Exile Project made by Frank Guiller and Juan-Si González.
Photography by Ulises Regueiro.
Laura Pérez Garcia, Miami, Noviembre, 2012
From Exile Project made by Frank Guiller and Juan-Si González.
Photography by Ulises Regueiro.
From Exile Project made by Frank Guiller and Juan-Si González.
Photography by Ulises Regueiro.
The fisherman's daughter on the beach, Brittany" (1880)
Laurits Tuxen (#Skagen Painter, 1853-1927)
oil on canvas; 75 x 43 cm
Place of creation: Brittany, France
Sold through Bruun Rasmussen Auctioneers, Denmark
Beauty in Art
Poema de David Lago-González Una vida miserable
a LaMarga
.
Nunca fui amigo de personas socialmente importantes
que pudiera mencionar en los cogollitos de la hipocresía
y dejar a la empleomanía con las bocas abiertas.
Siempre fui demasiado tímido. También demasiado respetuoso.
Pude haberme acercado mucho más a Gastón Baquero, por ejemplo,
pero cuidaba demasiado que fuera a confundir mi admiración
con la babosería habitual de los bufones y los aprendices
que nunca aprenden nada por su propia incapacidad
salvo a repetir los nombres continuamente
hasta que alguien les pregunta con sorna
si no le tusó también el bigote a Marcel Proust…
Y así fue pasando el tiempo. Los festivales pasaban y pasaban
y solamente invitaban con honores a los que podían mencionar
como casi propios, los nombres de los muertos
(esos siempre permanecen callados).
.
© 2011 David Lago González
(Madrid, 17 de julio de 2011)
PUBLICADO EN INDICIOS DE DESORDEN
a LaMarga
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Nunca fui amigo de personas socialmente importantes
que pudiera mencionar en los cogollitos de la hipocresía
y dejar a la empleomanía con las bocas abiertas.
Siempre fui demasiado tímido. También demasiado respetuoso.
Pude haberme acercado mucho más a Gastón Baquero, por ejemplo,
pero cuidaba demasiado que fuera a confundir mi admiración
con la babosería habitual de los bufones y los aprendices
que nunca aprenden nada por su propia incapacidad
salvo a repetir los nombres continuamente
hasta que alguien les pregunta con sorna
si no le tusó también el bigote a Marcel Proust…
Y así fue pasando el tiempo. Los festivales pasaban y pasaban
y solamente invitaban con honores a los que podían mencionar
como casi propios, los nombres de los muertos
(esos siempre permanecen callados).
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© 2011 David Lago González
(Madrid, 17 de julio de 2011)
PUBLICADO EN INDICIOS DE DESORDEN
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