Cien artistas francesas contra el “puritanismo” sexual, se oponen al movimiento #MeToo
"Como mujeres, no nos reconocemos en este feminismo que, más allá de la denuncia de los abusos de poder, toma el rostro del odio a los hombres y a la sexualidad”
El manifiesto completo de las intelectuales francesas contra el #MeToo
Cien artistas francesas contra el “puritanismo” sexual
Un manifiesto firmado por la actriz Catherine Deneuve o la escritora Catherine Millet se opone al movimiento #MeToo
París un crimen. Pero la seducción insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista”, afirman las autoras de este manifiesto. “Desde el caso Weinstein se ha producido una toma de conciencia sobre la violencia sexual ejercida contra las mujeres, especialmente en el marco profesional, donde ciertos hombres abusan de su poder. Eso era necesario. Pero esta liberación de la palabra se transforma en lo contrario: se nos ordena hablar como es debido y callarnos lo que moleste, y quienes se niegan a plegarse ante esas órdenes son vistas como traidoras y cómplices”, defienden las firmantes, que lamentan que se haya convertido a las mujeres en “pobres indefensas bajo el control de demonios falócratas”.
Entre las impulsoras del manifiesto se hallan personalidades que ya habían expresado opiniones opuestas a este movimiento, cuando no abiertamente contrarias a ciertas luchas del feminismo. Por ejemplo, la filósofa Peggy Sastre, autora de un ensayo titulado La dominación masculina no existe, o la escritora Abnousse Shalmani, que en septiembre firmó una columna donde describía el feminismo como un nuevo totalitarismo. “El feminismo se ha convertido en un estalinismo con todo su arsenal: acusación, ostracismo, condena”, dijo en el semanario Marianne. Por su parte, la periodista Élisabeth Lévy ha tildado de “infecto” el movimiento iniciado por etiquetas como #MeToo o #balancetonporc (“denuncia a tu cerdo”). En un registro más moderado, Deneuve también se opuso a este fenómeno a finales de octubre. “No creo que sea la forma más adecuada de cambiar las cosas. ¿Después qué vendrá? ¿'Denuncia a tu puta'? Son términos muy excesivos. Y, sobre todo, creo que no resuelven el problema”, declaró entonces. También Millet, crítica de arte y autora del relato autobiográfico La vida sexual de Catherine M., se ha opuesto repetidamente a un feminismo “exacerbado y agresivo”
Las firmantes aseguran que las denuncias registradas en las redes sociales se asimilan a “una campaña de delaciones y acusaciones públicas hacia individuos a los que no se deja la posibilidad de responder o de defenderse”. “Esta justicia expeditiva ya tiene sus víctimas: hombres sancionados en el ejercicio de su oficio, obligados a dimitir […] por haber tocado una rodilla, intentado dar un beso, hablado de cosas intimas en una cena profesional o enviado mensajes con connotaciones sexuales a una mujer que no sentía una atracción recíproca”, dicen en la tribuna. También advierten el regreso de una “moral victoriana”oculta bajo “esta fiebre por enviar a los cerdos al matadero”, que no beneficiaría la emancipación de las mujeres, sino que estaría al servicio “de los intereses de los enemigos de la libertad sexual, como los extremistas religiosos”.
Efectos en la cultura
El manifiesto alerta también sobre las repercusiones que este nuevo clima podría tener en la producción cultural. “Algunos editores nos han pedido […] que hagamos a nuestros personajes masculinos menos 'sexistas', que hablemos de sexualidad y amor con menos desmesura o que convirtamos 'los traumas padecidos por los personajes femeninos' en más explícitos”, denuncian las firmantes, oponiéndose también a la reciente censura de un desnudo de Egon Schiele en el metro de Londres, a la petición de retirar un cuadro de Balthus de una muestra del Metropolitan de Nueva York o a las manifestaciones contra una retrospectiva dedicada a la obra Roman Polanski en París.
“El filósofo Ruwen Ogien defendió la libertad de ofender como algo indispensable para la creación artística. De la misma manera, nosotras defendemos una libertad de importunar, indispensable para la libertad sexual”, suscriben las cien firmantes del manifiesto. “Como mujeres, no nos reconocemos en este feminismo que, más allá de la denuncia de los abusos de poder, toma el rostro del odio a los hombres y a la sexualidad”, concluyen. El texto generó este martes malestar entre las asociaciones feministas en Francia, que lo atacaron en las redes sociales. “Indignante. A contracorriente de la toma de conciencia actual, algunas mujeres defienden la impunidad de los agresores y atacan a las feministas”, declaró la asociación Osez le féminisme.
"La violación es un delito. Pero la seducción insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista".
Con esas palabras se inicia un polémico manifiesto firmado por un centenar de artistas e intelectuales francesas, incluyendo a la afamada actriz Catherine Deneuve, en contra de lo que consideran es el "puritanismo" desatado tras la lluvia de denuncias por agresión sexual ocurridas a partir del caso del productor de cine Harvey Weinstein.
El texto, publicado este martes en el diario francés Le Monde, critica el efecto que están teniendo los movimientos como el #MeToo (yo también) o su versión francesa #BalanceTonPorc (denuncia a tu cerdo) pues consideran que han convertido "la protesta legítima por la violencia sexual a la que están sometidas las mujeres, en particular en su vida profesional" en una "caza de brujas".
- Cómo una campaña como #MeToo puede volverse en contra de las mujeres
- La caída en desgracia de Harvey Weinstein, el poderoso productor de Hollywood acusado de acosar mujeres durante casi 30 años
La etiqueta #MeToo se volvió viral en redes sociales el pasado mes de octubre cuando, en medio del revuelo por las incesantes denuncias que surgían por el caso Weinstein, la actriz Alyssa Milano escribió en Twitter: "Si todas las mujeres que han sufrido acoso sexual escribieran 'yo también' (me too, en inglés) tendríamos una idea de la magnitud del problema".
Desde entonces, sirvió para que miles de mujeres alrededor del mundo se animaran a compartir las historias de las agresiones o abusos sexuales que han sufrido.Semanas más tarde empezaron a surgir etiquetas como por ejemplo #MeNeither (#YoTampoco) o #NotAllMen (#NoTodosLosHombres), para hacer contrapeso al #MeToo.
La carta publicada este martes en Francia advierte sobre las "campañas de delaciones y acusaciones públicas hacia individuos a quienes no se deja la posibilidad de responder o de defenderse".
"Hombres han sido castigados de forma sumaria, expulsados de sus empleos cuando todo lo que hicieron fue tocar la rodilla de alguien o intentar robarse un beso", se lee en el documento suscrito además por la ilustradora Stéphanie Blake y la escritora Catherine Millet, autora de "La vida sexual de Catherine M.", un libro sexualmente explícito que fue un éxito de ventas en 2002.
Libertad sexual
"Lo que comenzó como una liberación de las mujeres para que alzaran su voz se ha convertido en lo contrario, se intimida a la gente para que hable 'correctamente', se acalla a quienes no coinciden y aquellas mujeres que se niegan de doblegarse son vistas como cómplices o traidoras", agrega la carta.Las firmantes aseguran que lo que está ocurriendo en lugar de ayudar a las mujeres, "en realidad ayuda a los enemigos de la libertad sexual", como los extremistas religiosos y los peores tipos de reaccionarios.
"Nosotras defendemos una libertad de importunar, indispensable para la libertad sexual".
Asimismo, cuestionan que haya hombres que han sido expuestos al escarnio público "por hablar sobre tema íntimos durante cenas de trabajo o por enviar mensajes sexualmente cargados a mujeres que no les correspondían".
El texto lamenta que con la ola de denuncias se ha creado un ambiente público en el cual las mujeres son víctimas pobres e indefensas.
"Como mujeres no nos reconocemos en este feminismo, que más allá de denunciar el abuso del poder se transforma en odio a los hombres y a la sexualidad. Pensamos que la libertad de decir no a una proposición sexual corre pareja a la libertad de importunar, sin encerrarse en el papel de víctimas", aseguran.
La carta de las artistas e intelectuales francesas se publicó apenas dos días después de que en la entrega de los Globos de Oro, organizados por la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, casi la totalidad de las celebridades presentes acudieran vestidas de negro como forma de protesta y de crear conciencia en contra de los abusos sexuales.
Gran parte de la ceremonia y de los discursos de los premiados se centraron en ese tema, con el auspicio también de la campaña #TimesIsUp (se acabó el tiempo), impulsada por un grupo de actrices como forma de dar a entender que ya es hora de poner fin a este flagelo.
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