Yo tiro PIEDRAS A LA FUENTE
ilustra – Boris Zabirokhin
Relinkeo este artículo del poeta Jorge Tamargo, porque soy una de las que echa piedras a la fuente, a tal punto que la novela que he terminado Lynsana, habla de la sonificación, el personaje principal es una "sonidista".
Creo en la sonificación, Jorge, de hecho, la segunda parte de la novela que nos ocupa habla de ello, y creo firmemente, desconocía esos trabajos que mencionas y no sé lo que persiguen, pero soy una criatura estúpida y cuántica. De hecho, he visto con estos ojitos como destapan una vena del corazón, con sonidos, como operan un coágulo en el cerebro con ultrasonidos, en zonas de difícil, imposibles para el bisturí... Sabes que soy " sonidista" de profesión y te aseguro que el cuerpo humano es una caja de resonancia, y cualquier ruido, por pequeño que sea, actúa y transforma la materia, la naturaleza, el ser, la mente, el viaje, TODO, no sé por qué te asusta, es el futuro, como en su tiempo fueron incomprendidos los hologramas, y ahí están moviéndose, riéndose, respondiendo en conferencias, incluso, en Francia, los han usado en la campaña política... hermano, ya entramos en la era cuántica, todo lo que tenías como respuesta se desplaza... margarita, la que vive en el muy p'allá
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