De moscas del mercado
Huye, amigo mío, a tu soledad: te veo acribillado por moscas venenosas. ¡Huye allí donde sopla un viento áspero, fuerte! Has vivido demasiado cerca delos pequeños y mezquinos. ¡Huye de su venganza invisible! Contra ti no son otra cosa que venganza. ¡Deja de levantar tu brazo contra ellos! Son innumerables, y no es tu destino el ser espantamoscas!
Ellos zumban a tu alrededor también con su alabanza: impertinencia es su alabanza.
Quieren la cercanía de tu piel y de tu sangre. Te adulan como a un dios o a un demonio; También suelen hacerse los amables contigo. Pero ésa fue siempre la astucia de los cobardes. ¡Sí, los cobardes son astutos! Ellos reflexionan mucho sobre ti con su alma estrecha, - ¡para ellos eres siempre preocupante!
Ellos te castigan por todas tus virtudes. Sólo te perdonan de verdad - tus fallos. (...)
Ante ti ellos se sienten pequeños, y su bajeza arde y se pone al rojo contra ti en invisible venganza.
¿No has notado cómo solían enmudecer cuando tú te acercabas a ellos, y cómo su fuerza los abandonaba, cual humo de fuego que se extingue?
Sí, amigo mío, para tus prójimos eres tú la conciencia malvada: pues ellos son indignos de ti. Por eso te odian y quisieran chuparte la sangre.
Tus prójimos serán siempre moscas venenosas; lo que en ti es grande - eso cabalmente tiene que hacerlos más venenosos y siempre más moscas.
Huye, amigo mío, a tu soledad y allí donde sopla un viento áspero, fuerte. No es tu destino el ser espantamoscas.
"De las moscas del mercado" -Fragmemto-
Así habló zarathustra
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