El poeta Yevgeny Yevtushenko “kak bi” se fue a los hielos este primero de abril.


Babi Yar*







No existe monumento en Babi Yar; 

sólo la agria ladera. Y tengo miedo. 

Hoy me siento un judío en el desierto 

que de Egipto escapó. Me crucifican 

y mis manos conservan los estigmas. 

Me parece ser Dreyfus, condenado, 

al que juzgan, escupen, encarcelan; 

pero de pie resiste la calumnia 

y el grito filisteo. Con la punta 

de sus sombrillas en mi rostro vejan 

mi indefensión mujeres que se acercan 

con vestidos de encaje de Bruselas. 

O también soy un niño en Bielostok. 

De pronto estalla el pogromo. 

La sangre derramada cubre el suelo. 

Los que huelen a vodka y a cebolla 

salen de la taberna y gritan todos: 

"Mata judíos: salvarás a Rusia". 

Un tendero se ensaña con mi madre. 

Otro hombre me patea. En vano rezo 

plegarias que se pierden en la nada. 

Me siento dentro 

de la piel de Anna Frank que es transparente 

como un ramo de abril. 

No hacen falta palabras. Siento amor 

y sólo necesito que uno a otra 

nos miremos de frente. 

Separados del cielo y el follaje. 

Solamente podemos abrazarnos 

en este cuarto a oscuras. 

Quiero besarte una vez más, acércate. 

Ya vienen. Nada temas: el rumor 

es de la primavera que se anuncia 

y del témpano roto en el deshielo. 

Y en torno a Babi Yar suena la hierba 

que ha crecido salvaje desde entonces. 

Los árboles nos juzgan. Todo grita 

pero el grito está hecho de silencio. 

Al descubrirme observo mi cabello. 

También ha encanecido. También grito 

por los miles de muertos inocentes 

masacrados aquí. En cada anciano 

y en cada niño al que mataron muero. 

Pueblo ruso, mi pueblo: te conozco. 

Tú no odias ni razas ni naciones. 

Manos viles trataron de infamarte 

al usurpar tu nombre y al llamarse 

"Unión del Pueblo Ruso".** No perdono. 

Que La Internacional llene los aires 

cuando el último 

antisemita yazga bajo la tierra. 

No soy judío. Como si lo fuera, 

me odian todos aquéllos. 

Por su odio 

soy y seré un verdadero ruso. 


*Babi Yar o Baby Yar es un barranco en las proximidades de Kiev. En dos días de septiembre de
1941 más de treinta y cinco mil judíos fueron asesinados allí por las tropas nazis. 
En esta versión de 1997, tomada del libro "Adiós bandera roja" (Selección de poesía y prosa de 1953 a 1996) se tomaron en cuenta los cambios introducidos por el propio Yevtushenko de la traducción inglesa de Robert Milner. 

**La Unión del Pueblo Ruso fue el grupo antisemita que actuó en Rusia entre el asesinato del zar 
Alejandro II y el comienzo de la primera Guerra Mundial. Sus miembros organizaron pogromos 
-linchamientos de judíos rusos y destrucción y robo de sus propiedades- e, infiltrados en la policía secreta zarista, fabricaron los apócrifos Protocolos de los sabios de Sión. 


Versión de Heberto Padilla





Combatió a Stalin a través de sus escritos; "Babi Yar" le dio notoriedad a nivel mundial.

El laureado poeta ruso Yevgeny Yevtushenko, cuyo trabajo se centró en las atrocidades de la guerra y que denunció el antisemitismo y los dictadores tiránicos, ha muerto, según varios medios noticiosos rusos, a los 84 años. Roger Blais, rector de la Universidad de Tulsa, donde Yevtushenko era profesor desde hacía mucho tiempo, dijo que Yevtushenko murió el sábado por la mañana.

"Murió hace unos minutos, rodeado de parientes y amigos cercanos", dijo su esposa, María Novikova, citada por la agencia estatal rusa de noticias RIA Novosti. Añadió que su esposo murió pacíficamente en su sueño, por insuficiencia cardíaca.

Yevtushenko ganó notoriedad siendo veinteañero, cuando escribió poesía contra Josef Stalin en la ahora desaparecida Unión Soviética. Ganó reconocimiento internacional como joven revolucionario gracias al poema de 1961 "Babi Yar", que hablaba de la matanza de casi 34.000 judíos por los nazis. Denunció que el antisemitismo se había extendido por toda la Unión Soviética.

Hasta que se publicó "Babi Yar", la historia de la masacre estuvo envuelta en la niebla de la Guerra Fría.

"Yo no lo llamaría poesía política, la llamo poesía de los derechos humanos, una poesía que defiende la conciencia humana como el mayor valor espiritual", dijo Yevtushenko en 2007 durante una entrevista con The Associated Press en su casa de Tulsa. En ese tiempo dividía su tiempo entre Oklahoma y Moscú.

Yevtushenko dijo que escribió el poema después de visitar el sitio de los asesinatos en masa en Kiev, Ucrania. Dijo que buscó algo que mostrara lo que sucedió allí —una señal, una lápida, algún tipo de marcador histórico— pero no encontró nada.

"Estaba muy sorprendido. Me sorprendió mucho que la gente no guardara memoria de ello", agregó.

En la cima de su fama, Yevtushenko leyó sus obras en estadios de fútbol y otros foros repletos, incluso ante 200.000 personas en 1991 que acudieron a escucharlo durante un fallido intento de golpe en Rusia.

HACE UNA SEMANA, 
EN paz descanse

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