El niño



¡ADIÓS!

Walt Whitman


1
Para concluir, anuncio lo que vendrá después.
Recuerdo que dije antes de que brotaran mis hojas,
Que alcanzaría mi voz jocunda y fuerte para honrar las consumaciones.


Cuando América ejecute lo prometido,
Cuando recorran estos Estados cien millones de personas espléndidas,
Cuando los otros se abran para dar paso a los mejores y colaboren con ellos,
Cuando los hijos de las madres más perfectas sean el signo de América,
Entonces para mí y para los míos, nuestra fruición cabal.


Me he adelantado por derecho propio,
He cantado el cuerpo y el alma, la guerra y la paz, he cantado las canciones de la vida y la muerte,
Y las canciones del nacimiento, y he probado que hay muchos nacimientos.
He ofrecido mi estilo a cada cual, he viajado con paso firme;
En esta plenitud de mi alegría, yo susurro: ¡Hasta luego!
Y por última vez estrecho la mano de la muchacha y del muchacho.


2
Anuncio el advenimiento de personas elementales,
Anuncio a la justicia triunfante,
Anuncio intransigentes igualdades y libertades,
Anuncio la justificación de la sinceridad y la justificación del orgullo.


Anuncio que la unidad de estos Estados es una sola unidad,
Anuncio que la Unión será indisoluble y compacta,
Anuncio majestades y esplendores que harán palidecer a todas las políticas de la tierra.


Anuncio afinidades, declaro que serán firmes, ilimitadas,
Digo que encontrarás al amigo que buscas.


Anuncio que un hombre o una mujer vendrán; tal vez eres tú (|hasta luego!).
Anuncio al gran individuo, fluido como la Naturaleza, casto, afectuoso, compasivo, armado plenamente.
Anuncio una abundante vida, vehemente, espiritual, audaz,
Anuncio un fin que aceptará serena y alegremente su transición.
Anuncio miles de muchachos, hermosos, gigantescos, de dulce sangre,
Anuncio una raza de ancianos espléndidos y salvajes.


3
Ya se apresuran y se agolpan (¡hasta luego!),
Ya se amontonan sobre mí,
Preveo demasiado, es más de lo que yo esperaba,
Siento que estoy muriéndome.


Apresúrate, garganta, canta por última vez,
Salúdame, saluda una vez más a los días. Lanza el antiguo grito una vez más.


Doy eléctricos gritos, uso la atmósfera,
Miro al azar, absorbo cada cosa que veo,
Avanzo velozmente pero me detengo un instante,
Entrego extraños y secretos mensajes,
Dejo caer en el barro chispas ardientes y semillas etéreas,
Sin saberlo, fiel a un mandato, sin atreverme a discutirlo jamás,
Que los siglos de los siglos se encarguen de la germinación de las simientes,
Promulgo las anunciadas tareas a las tropas que vuelven de la guerra,
A las mujeres dejo como herencia ciertos secretos íntimos; su afecto hace que yo me entienda mejor,
Ofrezco mis problemas a los muchachos —no me demoro—, pongo a prueba la fuerza de su cerebro,
Así paso: durante un breve tiempo soy locuaz, visible, contradictorio.
Después un eco melodioso que recogerá con pasión (la muerte me hace verdaderamente inmortal),
Lo mejor de mí quedará cuando yo no sea visible; para ese fin me he preparado sin tregua.


¿Qué más hay que me demoro y me detengo y me agazapo con la boca abierta?
¿Hay acaso un adiós definitivo?


4
Mis cantos han cesado, los abandono,
Desde la mampara que me ocultó, me acerco a ti, sólo a ti.


Camarada, esto no es un libro,
El que lo toca, toca a un hombre,
(¿Es de noche? ¿Estamos solos los dos?)
Me tienes a mí y yo te tengo, me sujetas y te sujeto,
Salto desde las páginas a tus brazos, la muerte me llama.


Oh, cómo me adormecen tus dedos,
Tu aliento me llega como un rocío, tu pulso arrulla el tímpano de mi oído,
Me inunda de pies a cabeza,
Es delicioso; basta.


Basta, oh acto imprevisto y secreto,
Basta, oh presente que me dejas, basta, oh tiempo rescatado.


5
Querido amigo, quienquiera que seas acepta este beso,
Especialmente te lo doy. No me olvides,
Me siento como aquel que ha terminado la tarea del día y se retira a descansar,
Vuelvo a recibir uno de mis innumerables tránsitos, asciendo de mis avatares; mas otros indudablemente me esperan, otros esperan por mí.
Una esfera desconocida y más real que la que soñé, más directa, arroja sobre mí dardos que me despiertan.¡Hasta luego!
Recuerda mis palabras, tal vez yo vuelva,
Te amo, abandono lo material,
Soy como algo incorpóreo, triunfante, muerto.

Traducción de JORGE LUIS BORGES.

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