CORCELES AJENOS, poema de Juan Calero Rodríguez

Grabado anónimo de lo que parecen Japanimartians.
Los marcianos, como fueron diseñados por la imaginación del novelista inglés Wells (después de los dibujos de M. Dudouyt que ilustran la novela La guerra de los mundos).
M. Dudouyt ilustró la edición de 1917, Calmann-Lévy.


Poema de Juan Calero Rodríguez

CORCELES AJENOS

Si por descuido pisas mi muerte, no temas, sólo son ruinas. Prefiere las opciones de los sentidos,
los silencios que tanto cobijé. Ya lo ves, he sido poco, como nadie es suficiente sólo un aleteo del sueño antes de volverse pesadilla.


Si por descuido pisas mi muerte, es porque huyes de los arcángeles que amagan el alma.
Son sólo eso, corceles ajenos. Pronuncia quizás mi mejor mediocre poema
para que no muera como el dueño. Serás el faro que alumbra a las golondrinas.

Si por descuido pisas mi muerte, no me abandones. Recorre las calles que tanto deseé y vuelve a las que transitaba sin remedio para acariciar el mar y la brisa de un gato,
porque he sufrido y amado en tu nombre.

Y si por una de esas casualidades te olvidas de mi vida
no pises mi muerte.

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Gracias, querida Margarita por darme esta oportunidad de aparecer en tu blog. Sinceramente me has emocionado, será por esos días que tenemos bajos. Mi abrazo guajiro.

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