naturaleza muerta y bien nombrada, Margarita García Alonso, comienza la primavera.
naturaleza muerta y bien nombrada
Comienza la primavera
Margarita García Alonso
Gastada por incidentes de poca repercusión
mi cabeza estalla en el vidrio.
Acontece que el sillón ha perdido el respaldo,
la mesa se inclina peligrosa hacia la cama
donde acumulo mantas y maderas
que enderezan el sueño y purgan
al adolorido cuerpo en mundos
que ni de casualidad se entrechocan.
Esta es mi sopa, la que me ha tocado
después de arrastrar glaciares
de entretejer cuerdas, vendas,
lianas que descienden al plato,
donde saboreo aceite hirviendo.
El arrecife se desmorona con el viento,
una pluma tras otra salada
aguijonea el punto astral de mi pecho.
Rayo el azufre de una cajetilla húmeda,
sin posibilidad de soltar elogios,
mieles, babas, a la canalla
que produce versos cual butifarras
de común acuerdo con la fama.
He susurrado lo que deseo sea escuchado,
en vano, la vela intacta, soplan
airecillos bajo la puerta
la tempestad salitral,
la lluvia perenne oxida mi ancla
que rabia la rabia
de no llegar a puerto, la rabia
manojo que cuelgo en el cuello
antes de hundirme.
del libro
Margarita García Alonso
Ya que no he podido entender a los
Hombres,
recorto y coso pero no me sale un
humano,
me dedico a las plantas.
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