LA PUNTA DE SUS SENOS BAJO TIERRA, poema de Juan Carlos Recio.



LA PUNTA DE SUS SENOS BAJO TIERRA.
Para Miriam.
Por muchos años mi timidez fue crónica 
así pasó con mi miedo y mi valentía 
y también con una novia bizca
que confienso con pudor
me avergonzaba.
Era entonces tan estúpido y cruel
que me lo callaba
y le hice el amor como a una princesa
un cuento de adas, y le besé los ojos.
Lejos de mí la enterraron hoy
tan lejana como aquella promiscuidad natural
que el campo reservó 
para que yo fuera un picaflor
metido en un par de piernas
jinete ella como una rosa de los vientos.
Luego me separé por uno de los horizontes 
que uno de sus ojos indicaba
y fui el encanto de una puta ya mayor
que además araba en un zarzal
porque quería encontrar aquella época 
donde cualquier pretendiente
le regalaba una mariposa
mientras ponía a sus alas
un prostíbulo, es decir una condición 
y ella se escapaba.
También yo escapé para ser libre
incluso de mis dos huesos de pistola
que sostenían mis caderas
y cuando me desnudaba para bañarme en los ríos
era como la fragancia de una pomarrosa
que descubre a larga distancia su esencia.
Hoy solo viajo en auto por una carretera 
entre árboles que muy pronto
me devolverán una imagen más cercana 
de las cosas que viví y son mías 
a pesar de las tantísimas personas 
que participaron.
Mi dignidad consiste 
en que nada de ello me avergüenza 
ni los ojos bizcos que imagino derechitos
mirando la punta de sus senos bajo tierra.

Juan C Recio Martínez.
Foto y textura Margarita García Alonso.

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