BENTECISIME, de Irma Sanchez, EN AMAZON
BENTECISIME, de Irma Sanchez
De nuevo nos sorprende Irma Sanchez con un poemario de canto mayor: Bentecisime, rememorando al monstruo del Olimpo. Sin dudas, la autora ya se ubica en el mundo lustre de la creación poética que ha gestado nuestra isla caribeña.
Este poemario con ilustraciones consta de cinco cuadernos, cada uno vestido con su propia temática: Bentecisime, Crónicas de Vida, Crónica Sacra, Crónicas del tiempo, Imagen de la vida.
En su introducción a dos manos y algunas cabezas, Irma Sanchez define a la poesía como una forma de mirar la vida, como una filosofía del vivir.
Fiel a sus palabras estos cuadernos resultan no sólo armonía e inspiración sino también un grado elevado de ideas y estilo.
Quizás la poeta esconde el talento natural que se posee para la creación poética cuando expresa que la diferencia entre un poeta y un no poeta es la decisión de escribir. Primero, se necesita amor como ella mismo dice, así como atributos humanos y una espiritualidad lírica que sólo la obtienen quienes provienen del parnaso.
En Irma Sanchez hay un hilo que, como ella dice, la une con la versificación clásica de Garcilaso de la Vega, Bécquer, Machado, Vallejo, Valle Inclán. En su Crónica Sacra nos traslada a los cantos litúrgicos de las bóvedas eclesiásticas, que es la otra cara de su cuaderno Crónicas de vida, en las cuales la mujer, la amante, la superviviente se trasluce en sílabas.
Su Isla quedó abrazada en ella, y en su cuaderno Crónicas del tiempo, de ahí los suspiros: “sin el mar casi que muero”. En ella, al ser la naturaleza parte de ella misma su poesía se baña bajo la lluvia, como ella quisiera seguir bañándose.
Irma Sanchez finaliza con algo sorprendente por su minimalismo sutil: “Somos simples gotas del Universo cuando a través del cristal sólo puedes ver la lluvia”
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