Saluti Patrire, Margarita García Alonso en Cuaderno del Moro, Editorial Letras cubanas, 1990
Hans Makart (1840–1884, Austria)
Makart was an Austrian academic history painter, designer, and decorator. He is most well known for his influence on Gustav Klimt and other artists of the Vienna Secession, but in his own era considered an important artist himself and a celebrity figure in the high culture of Vienna, attended with almost cult-like adulation. The appeal of this ‘Makartstil’ is in its aestheticism, a movement that was also experiencing popularity in England and France. Nowadays he is widely considered one of Austria’s finest artists, and has historically been compared to Rubens within his home country.
Saluti Patrire
Saluti patrire, vixit non dieu sed
totus.-en la estatua del Emperador José-
“Este no tiene nada que decir aquí,
pues no vive”.
Para
salvar el lago de mi vientre
bajo
cien brazas.
En
el término de unos días
tendrá
igual sentido
si
comercio con el panadero
o
excavo mi pulmón derecho.
El
espectáculo fascina: palidez suprema
el
sudor que corre, desciende a mi sexo.
Los
pasantes saben que es momento de partir.
Yo
quedo de la noche a la mañana en el
fenómeno:
veo divinidades, manchas
renacentistas,
indescriptible oscuridad.
Es
fabuloso el cuadro, soy feliz
ante
mi ración de pan
cuando
me da por manejar cazuelas
con
yerbas que llegan del tren de Jerzy,
desde
la negra bahía del estanco y cita
previa
para echarse al mar.
Me
apaño para liar un mar de
multipropósitos,
enzarzo
el hilo sin explicarme de dónde saco
el
plátano hasta que merme el temporal.
Es
evidente: estamos rodeados de mar.
En
la tendedera de mi destartalada
Home
in Pace se me enredan los pelos
puteados
por blancos caballeros,
panfletos
de mucha extensión, y
desvencijados
cuencos
que
pagué con cristales de exportación.
El
viejo no tiene fuerzas
ya
no amarra el cordón del zapato
pero
se pone a escribir
en
madrugadas:
“Tanto
mar cansa”.
Si
reparan la escalera bajaré a la ciudad
con
mi ojo de mosca desentraño
las
manchas.
Sentado
en el orinal de oro cincuenta quilates,
el
Dicemás talla sus medallas fecales
poderoso e infinito
-es
el mar-
besando
aguas, túneles de agua,
cascadas
de agua, laberintos de agua,
jarros
de agua, ríos, lagunas, charcos,
lluvia,
océanos, sin ver el agua,
deposita
chorritos sobre las cabezas.
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