Rafael Piñeiro López, La balada de Samson
“Rafael Piñeiro López es un ejemplo de equilibrada ubicación estética, un plano donde la visión personal sabe encaminarse sin siquiera rozar la confesión gratuita o el despliegue oratorio. Es vivificante el atestiguar esa sinceridad que sabe regalar deslumbramientos sin que se mitiguen deudas, y el lujo verbal sin que se muestre como reflejo de otros reflejos. Pareciera que el poeta se nutre del diapasón que le ha dado voz, pero límpidamente se nos aleja, a tiempo, y decanta su porción legítima. Piñeiro sabe describir la partición de las aguas, luego de haberlas traspasado. El templo se derrumba, y este otro símbolo, este Samson Agonistes se hunde con naturalidad en una ciudad desierta, en un país desierto, entre las manadas hambrientas que lo recorren.”
Manuel Sosa.
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