Como una horda de salvajes de Mad Max: Fury Road.
Joshep Costello sale a las calles a preguntarle a la gente, luego de leerles una cita, si pertenece a Hillary Clinton o a Adolf Hitler. Teniendo en cuenta que fascismo y colectivismo provienen de un tronco común, no es difícil imaginar la confusión resultante. Así que lo más curioso de este video no son las respuestas de la gente, sino la reacción de una fanática antitrumpista, que se apropia del pecado capital que achaca a sus rivales ideológicos: la obcecación fascista. "Quiero que te mueras, hijo de puta. Quiero que te asesinen. Las mujeres te odian. Las minorías te odian. Púdrete, maricón". Sirva esto para corroborar lo que ha venido aconteciendo con los seguidores de la Clinton. ¡Es la intolerancia en nombre de la tolerancia!
Fabricados en el laboratorio de mansedumbre izquierdosa,
increible como han perdido la capacidad de razonamiento.
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