RESPLANDOR

Confieso que soy ignorante en más de cien cosas que pudieron haber ayudado a mis escritos y cada vez que leo una crítica “buena- densa”- debo reflexionar sobre la metatranca de palabras que se pronuncian como enfermedades incurables.

He decidido en lo adelante usar una  valoración única para los poemas que me gustan: “resplandor”.  Tienen resplandor o no, punto. —independiente y sin maltratar al  poeta,   incluso si es considerado la supra mega confitura de la cremita de leche de generación, patio, sexo y/ O  cocina con fregadero cubana.

Hago la aclaración porque  me ha escrito X interesado  en el significado que doy a   “resplandor” (no le gusta, prefiere la profundidad intrínseca, la valoración de alta gama)  algo así traduje  de  su misiva- lo cual es cierto, si no  pasas por el quirófano  de los doctores y traumatólogos especializados en poesía,  no existes.

 En fin,  no me sale la gana de entrar en trabalenguas porque me desgana, desgarra y come el cerebro, lo siento, resplandor es una palabra de aliento, creencia y fe en la poesía. La chacha Sonia, lo sabe. Es un elogio.

“resplandor”

    m. Luz muy clara que arroja o despide el Sol u otro cuerpo luminoso.
    Brillo de algunas cosas:
    resplandor del oro.

'resplandor' aparece también en las siguientes entradas: áureo - brillo - claridad - destello - esplendor - fulgor - lampo - pestañear - relámpago - venus - vislumbre
 

 Margarita García Alonso

Oda a la crítica


Yo escribí cinco versos:
uno verde,
otro era un pan redondo,
el tercero una casa levantándose,
el cuarto era un anillo,
el quinto verso era
corto como un relámpago
y al escribirlo
me dejó en la razón su quemadura.

Y bien, los hombres,
las mujeres,
vinieron y tomaron
la sencilla materia,
brizna, viento, fulgor, barro, madera
y con tan poca cosa
construyeron paredes, pisos, sueños.
En una línea de mi poesía
secaron ropa al viento.
Comieron
mis palabras,
las guardaron
junto a la cabecera,
vivieron con un verso,
con la luz que salió de mi costado.
Entonces
llegó un crítico mudo
y otro lleno de lenguas,
y otros, otros llegaron
ciegos o llenos de ojos,
elegantes algunos
como claveles con zapatos rojos,
otros estrictamente
vestidos de cadáveres,
algunos partidarios
del rey y su elevada monarquía,
otros se habían
enredado en la frente
de Marx y pataleaban en su barba,
otros eran ingleses,
y entre todos
se lanzaron
con dientes y cuchillos,
con diccionarios y otras armas negras,
con citas respetables,
se lanzaron
a disputar mi pobre poesía
a las sencillas gentes
que la amaban:
y la hicieron embudos,
la enrollaron,
la sujetaron con cien alfileres,
la cubrieron con polvo de esqueleto,
la llenaron de tinta,
la escupieron con suave
benignidad de gatos,
la destinaron a envolver relojes,
la protegieron y la condenaron,
le arrimaron petróleo,
le dedicaron húmedos tratados,
la cocieron con leche,
le agregaron pequeñas piedrecitas,
fueron borrándole vocales,
fueron matándole
sílabas y suspiros,
la arrugaron e hicieron
un pequeño paquete
que destinaron cuidadosamente
a sus desvanes, a sus cementerios,
luego
se retiraron uno a uno
enfurecidos hasta la locura
porque no fue bastante
popular para ellos
o impregnados de dulce menosprecio
por mi ordinaria falta de tinieblas
se retiraron
todos
y entonces,
otra vez,
junto a mi poesía
volvieron a vivir
mujeres y hombres,
de nuevo hicieron fuego,
construyeron casas,
comieron pan,
se repartieron la luz
y en el amor unieron
relámpago y anillo.
Y ahora,
perdonadme, señores,
que interrumpa este cuento
que les estoy contando
y me vaya a vivir
para siempre
con la gente sencilla.
Pablo Neruda. 



buenas días y flores para todos.

Commentaires

J Madison. a dit…
Agua!!! Tiene mucho resplandor lo que nos traes hoy, sobre todo en esa primera estrofa donde Neruda detalla he escrito u verso... Y otro... Debo decir que cada uno de esos versos tal y como él lo versa en su poema tienen en sí mismos una entidad propia. Podrían ser cada uno casas independientes.

La poesía, Marga, es para ser interpretada y degustada por quien le de la gana, el público manda, a veces lo que encandila al público es para la crítica la manzana de la discordia o algo abominable, o lo que ellos consideren.

Resplandor me parece perfecto para dar el visto bueno, el beneplácito, satisfaccion o desborde tras una lectura, que viene siendo para mí ese: ¡agua!

Saludos desde Barcelona.

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