Paroisse St. Vincent de Paul, Le Havre, Normandie, France.Photos: Margarita Garcia Alonso.
Paroisse St. Vincent de Paul, Le Havre, Normandie, France.Photos: Margarita Garcia Alonso. Thanks Google.
No sé por qué me he embarcado en esta perorata absurda. Hace un día hermoso y como la belleza no ha dejado de airearme voy a despedirme para salir a dar un paseo. Te aseguro que mi próxima carta será mucho más ortodoja. Hasta Luego Querido Tomas.
Fragmento de Carta a Tomas Lago
[…]chico Oyarzum acaba de regresar a Londres: llegó el Sábado, hoy es Lunes, mientras yo te escribía esta carta cuya redacción tuve que suspender con el objeto de dedicarme a festejarlo. Se ve algo envejecido y corpulento, dentro de ciertos límites. Estuvimos a punto de disgustarnos ayer tarde por cuestiones políticas; declaró que en caso de refiega entre Rusia y Occidente, él se alistaría al lado de las democracias. No sé por qué llegamos a tocar este punto doloroso. En general nuestra entrevista fue un éxito. El chico se ha adherido a mis nuevas convicciones estéticas. Si hay que darle algún crédito a sus palabras es necesario mirar a mis últimas poesías como hacia una ciencia literaria nueva. El chico tiene toda la razón. No piensas tú lo mismo? Por favor Tomas, lee sin prejuicio La Víbora y La Trampa y conviértete a esta cruzada. La poesía egocéctrica de nuestros antepasados en que ellos tratan de demostrar al lector cuan estimable es el ser humano, cuan inteligentes y sensibles son ellos, cuan dignos de admiración son los objetos de este mundo, debe ceder el paso a una poesía más objetiva de simple descripción de la naturaleza del hombre. Hasta cuando seguimos echándonos la tierra a los ojos. El bohemio pálido y emocionado debe quemar su sombrero de una vez por todas; el individuo no tiene importancia en la vida moderna sino como objeto de análisis psicológico; hablando en términos muy generales nuestros poetas románticos son cantores de ópera, buenos, malos o excelente a veces, geniales algunos como nuestro común amigo Pablo, pero de todas maneras gentes que poseen una noción restringida y finiquitada del trabajo artístico. Los más despejados de ellos creyeron haber terminado con el “cisne de nevado plumaje”, pero en realidad no es así. La generación anterior a nosotros no hizo otra cosa que terminar con el argumento convencional en la poesía, con la anécdota, sin preocuparse de revisar los principios mismos de la ciencia poética. Ellos se conformaron con lograr los mismos resultados que nuestros antecesores aunque con medios diferentes. La solemnidad y la gravedad dogmática del arte del siglo diecinueve siguió viva en ellos a pesar de las enseñanzas de Picasso y de Dalí. Me parece que el arte no puede ser otra cosa que la reproducción objetiva de una realidad psicológica y ese fin no se consigue tratando de mostrar solo aquello que se considera rebestido de cierta dignidad. Un poema debe ser una especie de corte practicado en la totalidad del ser humano en el cual se vean todos los hilos y todos los nervios, las fibras musculares y los huesos, las arterias y las venas,los pensamientos, las imágenes, las asociaciones, etc, etc, no se trata de preparar un pastel mas o menos facil de tragar; estoy en contra de los tristes y de los angustiados, de la misma manera como estoy en contra de los bufones, estilo Huidobro. También me revelo en contra de los profetas y en contra de los pensadores proféticos estilo T.S.Eliot. Estoy convencido de que el poeta no tiene el derecho de interpretar sino simplemente de describir fríamente; él debe ser un ojo que mira a través de un microscopio en cuyo extremo pulula una fauna microbiana; un ojo capaz de explicar lo que ve; esto es aproximadamente el asunto, dicho a toda carrera.No sé por qué me he embarcado en esta perorata absurda. Hace un día hermoso y como la belleza no ha dejado de airearme voy a despedirme para salir a dar un paseo. Te aseguro que mi próxima carta será mucho más ortodoja. Hasta Luego Querido Tomas.
Nicanor Parra, 30 de Noviembre de 1949



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