Abramović, esto va por ti
Dos días en un inodoro para protestar por la 'mierda' del arte actual
Abramović, esto va por ti
“ All Art Is Shit! / All Shit Is Art!”. Así reza un viejo cartel de Designers Republic.
La barra inclinada que separa ambas frases alude al hecho de que el
afiche es reversible: tú eliges qué cara quieres mostrar, y por tanto
qué mensaje quieres lanzar en relación al mundo del arte.
Todo el arte es mierda. Cualquier mierda —cualquier cosa— es arte. Esa
frase doble describe a la perfección una reciente obra de la
estadounidense Lisa Levy que trata de denunciar “las pretensiones, la competencia y la cantidad de mierda” que uno puede ver en el mundo del arte moderno.
Y lo hace de una manera del todo gráfica, porque la performance consiste en la artista, desnuda, sentada durante dos días en una taza de váter. Puedes llamarlo crítica "de mierda".
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Levy, artista conceptual, performer y comediante asentada en Brooklyn, explica que su obra es un guiño —más en el sentido de burla cruel que en el de homenaje— a Artist is Present , aquella sonada performance de Marina Abramović con la que agasajó a los asistentes a su retrospectiva en el MoMA neoyorquino.
Para la joven Lisa, aquellas 736 horas que Abramović pasó encarando a los asistentes son “un momento crucial para las pretensiones y las gilipolleces del mundo del arte”. Levy respetaba a Abramović, hasta que llegó aquello.
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Si en aquella pieza Abramović invitaba al público a sentarse frente a ella, Levy hace lo mismo cambiando sillas al uso por inodoros. ¿Por qué? Todo tiene que ver con la humildad. Artist is Humbly Present, se llama la pieza.
“Intento presentarme de la manera más humilde posible”, comenta la artista a Bushwick Daily. “Creo que el ego interfiere en la creación artística, convierte al artista en un ser autoconsciente”, añade, sugiriendo que el ego es como una droga que, cuando circula por nuestro cuerpo en exceso, nos hace incapaces de ver la realidad tal cual es. Nada que no sepamos.
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Antes de que empieces a soltar espumarazos por la boca para “bendecir” la gran idea de Levi, te diremos que ella misma se refiere a su performance como “una especie de chiste”, una forma cómica de expresar su rabia y su descontento con el arte contemporáneo y, de paso, realizar un experimento social.
“Creo que
en el mundo del arte se enseña a no respetar el trabajo de un artista
cuando el artista no se presenta a sí mismo de una forma seria. Y yo
no me tomo del todo en serio lo que estoy haciendo. Simplemente, siento
curiosidad por ver cómo es la experiencia, y creo que es divertido, y
que mucha gente lo siente de la misma manera que yo”, comenta Levi a Artnet.
La performance tuvo llugar en la Christopher Stout
Gallery, en Bushwick. 30 y 31 de enero en Nueva York...
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