The Opening of the Fifth Seal & Poema de Juan Carlos Recio
El Greco (Gr. 1541-1614 Esp)
The Opening of the Fifth Seal (1608–1614)
oil on canvas (c. 225 × 200 cm)
The Metropolitan Museum of Art
The Opening of the Fifth Seal (1608–1614)
oil on canvas (c. 225 × 200 cm)
The Metropolitan Museum of Art
Por Recio Juan Carlos
Estaba Dios y estabas tú a la derecha
sentados frente a mis ojos
en el sueño también eras
esa parte recurrente mía que siempre es inconclusa.
Dios era Dios, y tú ya no tenías
ese atisbo de maldad,
por la yo me dejaba castigar sin contemplaciones.
El padre era la luz de todo mi silencio
pero tú tan oscura, tan quieta
como si la muerte natural no te asentara
me producías un grave temor
y de pronto olvidé recordar
y no vi por otros largos minutos sino
el resplandor de esa nada.
A veces me pregunto si Dios irá conmigo
igual a cuando de niño en la oscuridad
todo se iluminaba.
A veces tanta claridad no me deja ver
los días de aquellos días donde por encima
más que la vastedad
de la distancia adonde me iría,
comprendí,
nunca hablé de volver,
porque supe que no estarías sino junto a Dios
aunque me fue imposible adivinar,
que como cadáver,
uno real que ni el santísimo
desde su trinidad podría iluminarlo.
sentados frente a mis ojos
en el sueño también eras
esa parte recurrente mía que siempre es inconclusa.
Dios era Dios, y tú ya no tenías
ese atisbo de maldad,
por la yo me dejaba castigar sin contemplaciones.
El padre era la luz de todo mi silencio
pero tú tan oscura, tan quieta
como si la muerte natural no te asentara
me producías un grave temor
y de pronto olvidé recordar
y no vi por otros largos minutos sino
el resplandor de esa nada.
A veces me pregunto si Dios irá conmigo
igual a cuando de niño en la oscuridad
todo se iluminaba.
A veces tanta claridad no me deja ver
los días de aquellos días donde por encima
más que la vastedad
de la distancia adonde me iría,
comprendí,
nunca hablé de volver,
porque supe que no estarías sino junto a Dios
aunque me fue imposible adivinar,
que como cadáver,
uno real que ni el santísimo
desde su trinidad podría iluminarlo.
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