Siete razones por las que debo morir

EFEMERIDES: 29 de enero 
hashem shabani 

El poeta árabe iraní Hashem Shabani es ejecutado en Irán sin previa notificación a sus familias ni allegados. El ahorcamiento tuvo lugar presuntamente el 27 de enero en una prisión sin identificar después de que el Presidente de Irán, Hassan Rouhani, aprobara las sentencias




Siete razones por las que debo morir

Durante siete días me gritaron

¡Estás haciendo la guerra contra Allah!

Sábado, ¡porque eres árabe!

Domingo, bueno, provienes de Ahvaz

Lunes, recuerda que eres iraní

Martes: Te burlas de la sagrada Revolución

Miércoles, ¿no alzaste tu voz por los otros?

Jueves, eres un poeta y un bardo

Viernes: eres un hombre, ¿no es eso suficiente para morir?

Hashem Shabani



La Sociedad de los Poetas Muertos de Irán
Robert Fisk
Foto
Hashem Shabani fue ahorcado por esparcir corrupción sobre la tierra, uno de los cientos de ejecutados por la revolución islámica de 1979 a la fechaFoto tomada de Internet
D
ebería haber en Irán una Sociedad de los Poetas Muertos. O tal vez una Sociedad de los Poetas Mártires, cuyo miembro más reciente es un árabe iraní de Ahvaz, en el extremo suroeste del país, limítrofe con Irak. Fue ahorcado por esparcir corrupción sobre la tierra, uno de los cientos de ejecutados por la revolución islámica de 1979 a la fecha.
Todo en la muerte de Hashem Shabani clama vergüenza para sus verdugos: su poesía pacifista, sus estudios académicos, su cuidado de su padre enfermo –un soldado inválido, herido de gravedad en la guerra de 1980-88 contra los invasores iraquíes– y su amor por su esposa y su único hijo.
Desde luego, ya se ha vuelto un cadáver político. Sus asesinos, el ministro iraní del interior y un juez de la revolución llamado Mohamed-Bagher Musaví, deben ser los primeros señalados.
Luego vienen los grupos opositores iraquíes, que han pasado casi tanto tiempo enlodando al presidente Hassan Rouhani por la muerte de Shabani como llorando su pérdida. Y luego, por supuesto, la historia llega resonando al tercer lugar entre los verdugos.
La Guardia Revolucionaria de Irán y los mandarines del ministerio del interior han sido diezmados por bombas en la provincia mayoritariamente árabe de Ahvaz durante más de dos años. Su venganza es absoluta. Shabani, inútil es decirlo, fue acusado de ayudar a la resistencia: probablemente escribir poesía en árabe, e incluso traducir poesía del farsi al árabe, señala a un escritor como subversivo en el Irán actual.
En una carta enviada desde la prisión, Shabani escribió que no podía guardar silencio ante los “espantosos crímenes perpetrados contra los ahvazis por las autoridades iraníes, en especial ejecuciones arbitrarias e injustas. He tratado de defender el derecho legítimo que todo pueblo en este mundo debería tener, que es el derecho a vivir en libertad con plenos derechos civiles. Con todas estas miserias y tragedias, nunca he usado un arma para combatir estos crímenes atroces, excepto la pluma”.
Tal vez ese fue el delito de Shabani. En Irán, la pluma puede ser en verdad más poderosa que la espada, en especial cuando los servicios de seguridad del país se vuelven cada vez más paranoicos frente al peligro del separatismo, no sólo en Ahvaz, sino en Baluchistán, en el Kurdistán iraní y entre otras comunidades minoritarias.
Irónicamente, el régimen seudosecular del sha, depuesto por la revolución islámica de 1979, dio una fachada de nacionalismo a los líderes pérsicos tribales y religiosos dentro del nuevo y moderno Estado de Irán. Y si bien eruditos iraníes objetarían esto, el propio Islam secularizó al pueblo de Medio Oriente al contribuir a apagar el tribalismo tradicional.
Nada de eso ayudó a Hashem Shabani, quien tenía 32 años de edad. Él y un amigo suyo –dos de 14 activistas por los derechos humanos sentenciados a muerte por Musaví en julio pasado, luego de dos años en custodia– habían sido torturados en prisión.
En diciembre de 2011, Shabani apareció en Press TV, el sombrío canal internacional por satélite iraní, para confesar su terrorismo separatista y su apoyo al baazismo. Aún más ridículo fue que la televisora afirmara que el poeta había estado en contacto con el presidente egipcio Hosni Mubarak y el coronel Muammar Kadafi de Libia, presumiblemente antes del derrocamiento del primero y el asesinato del segundo.
Los grupos de oposición iraní, al condenar la muerte de Shabani, acusaron a Hassan Rouhani, el nuevo presidente del país y el mejor amigo de Occidente en la revolución islámica desde que ofreció seguridades de que Irán no planeaba desarrollar armas nucleares.
Rouhani hizo una rápida visita a Ahvaz el mes pasado y entonces, según figuras de la oposición, confirmó las sentencias de muerte dictadas durante la presidencia de su desequilibrado predecesor, Majmud Ajmadineyad.
Acusar al presidente por las ejecuciones de Estado es una práctica común en la política de Irán. Algunos opositores al régimen afirman que docenas de artistas, académicos y escritores fueron asesinados en el régimen del extremadamente moderado ayatola Mohamed Khatami, pese a que a éste lo indignaron las muertes de esos hombres, la mayoría de los cuales fueron asesinados y no sentenciados a muerte.
En realidad, muchos más intelectuales encontraron la muerte bajo el predecesor de Khatami en la presidencia, Alí Akbar Rafsanjani. La Guardia Revolucionaria de Irán, cuyos cuadros fueron muertos en un bombazo masivo en un autobús en la provincia árabe de Juzestán, no tendría escrúpulos por la muerte legal de activistas árabes por los derechos humanos. En varias ocasiones Irán aseguró que los servicios de inteligencia británicos estaban detrás de los ataques contra autoridades del gobierno en Juzestán.
Shababi debió haber sido celebrado en su país. Nacido en Ahwaz, publicó poesía en persa y árabe, obtuvo una maestría en ciencia política y encabezó marchas de protesta por el arresto de estudiantes y la expulsión de profesores.
Pocos días después de la ejecución de Shabani, el prominente escritor y periodista iraní Amir Taheri escribió acerca de su poesía –mucha de ella sin tintes políticos– y citó versos de un poema que compuso acerca del juicio al que fue sometido, llamado Siete razones por las que debo morir:
Durante siete días me gritaron:/ Tú estás en guerra con Alá. /Sábado: ¡porque eres árabe!/ Domingo, bueno, eres de Ahvaz./ Martes: te mofas de la revolución sagrada./ Viernes: eres un hombre, ¿no basta con eso?
Aunque estuvo meses en la prisión de Ahvaz llamada Karún –el nombre del río al que Shabaani cantó con amor–, fue trasladado a un lugar desconocido antes de su ejecución.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya





Le jeune poète Hashem Shaabani a été pendu après que sa sentence ait été aprouvée par le "modéré" président iranien Hassan Rouhani

Publié le par danilette
Hashem Shaabani, poète et Hadi Rachedi, enseignant, ont été pendus le 26 janvier 2014. Ils étaient tous les deux issus de la minorité arabe des Ahvazis (d'Ahvaz) qui vit dans la province du Khouzistan.
Hashem Shaabani avait été arrêté en 2011, puis reconnu coupable en 2013 par le tribunal de la révolution islamique, d'avoir notamment voulu mener une guerre contre dieu et le régime chiite. Il a été condamné à mort avec les 14 autres détenus, jugés en même temps que lui pour délits d'opinion. Le président iranien Rouhani, en visite à Ahvaz, capitale du Khouzistan,
le mois dernier a ordonné leur exécution.
Selon Amir Taheri qui a rapporté les pendaisons dans le quotidien Asharq al-Awsat, Shaabani, qui fut arrêté en 2011, a été torturé et des membres de sa famille ont été arrêtés pour qu’il « avoue » ses crimes.
Depuis sa prison, Shaabani écrit à sa famille qu’il ne peut plus ignorer les “crimes haineux contre les Ahvazis perpétrés par les autorités iraniennes, ainsi que les exécutions arbitraires et injustes.”
Dans une de ces dernières lettres à sa famille il avait écrit :
"J'ai essayé de défendre le droit légitime que tous les gens dans ce monde devrait avoir qui est le droit de vivre librement protégé par les droits civiques. Avec toutes les tragédies dont j'ai été témoin, je n'ai jamais utilisé une arme pour lutter contre ces crimes atroces, ma seule arme a été ma plume". 
Depuis l'élection du président Rouhani, plus de 300 personnes auraient été exécutées dans le pays, selon les chiffres publiés par Iran Human Rights Documentation Centre (IHRDC). 
Le poète Hashem Shaabani était notamment le fondateur du Dialogue Institute, un organe de promotion de la culture et la littérature arabes en Iran. 
Ci-dessous en anglais, le poème Seven Reasons Why I Should Die par Hashem Shaabani :
 
For seven days they shouted at me:
You are waging war on Allah!
Saturday, because you are an Arab!
Sunday, well, you are from Ahvaz
Monday, remember you are Iranian
Tuesday: You mock the sacred Revolution
Wednesday, didn't you raise your voice for others?
Thursday, you are a poet and a bard
Friday: You're a man, isn't that enough to die?
Durant sept jours, ils m'ont crié :
Tu a déclenché une guerre contre Allah !
Samedi, parce que tu es un Arabe !
Dimanche, et bien c'est parce que tu es de Ahvaz
Lundi, pour que tu te souviennes que tu es Iranien
Mardi, parce que tu te moques de la Révolution sacrée
Mercredi, n'as-tu pas élevé ta voix pour d'autres ?
Jeudi, tu es un poète et un barde
Vendredi : tu es un homme, n'est-ce pas suffisant pour mourir ?



Commentaires

Anonyme a dit…
Mientras en Italia cubren las obras de arte para no "ofender" al presidente iraní, ése mismo presidente y su gobierno extremista y asesino ejecutó al poeta Hashem Shabani.

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