el exilio es la verdadera patria del creador

   
                                       creaciones digitales de Margarita Garcia Alonso.


Usted ha dicho que el exilio es la verdadera patria del creador. ¿Por qué?
 
En principio, ninguna fuerza metafísica exige a nadie que pertenezca a tal o cual parte del planeta. El exilio, entonces, es el estado esencial del ser humano. Además, si consideramos aquello que (contrariamente a mí) creen las religiones monoteístas, el más grande exilio comienza con la expulsión de Eva, madre de todos, del paraíso. Los creadores son, entonces, dobles exiliados por naturaleza. No solamente sus trabajos no son originados por la exigencia, sino que lo singular de sus expresiones les exilia del resto del mundo, al que ellos buscan conectarse a través de sus obras. Por mi parte, no tengo más ideas que me ayuden a comprender dicho estado de la existencia.
                                 entrevista dada por el poeta sirio Adonis (1930), en Paris.

http://circulodepoesia.com/2016/02/adonis-obtengo-de-la-poesia-lo-que-se-obtiene-de-un-amor/


Párrafos de una carta escrita un veintitrés de septiembre


Desde el insomnio escribo, desde una fosa negra como el asedio:
mi tinta es piedra, polvo las yemas de mis dedos.

Tú, amor, destino que me rodeas hasta aniquilarme,
apagar mi brillo, extinguir el día.
Mis pasos retroceden, un muro es mi retorno.
Palidez o escoria es cuanto reflejan mis pupilas.

Mi corazón es de piedra en tu alcoba oscura,
tu alcoba con una sola ventana y su cortina triste.
Mi corazón quiere huir de esa prisión, emprender el vuelo.

Mis huesos se prenden en tu pelo revuelto,
en tus senos de azucena, en la cintura de oro,
a la camisa abierta, a tus curvas, a tus dientes.
resumo cuanto puedo: la verdad es un atajo.
Pero quiero que sea nuestro amor embate de olas, fuego.

Mañana volveré del cautiverio,
de la cárcel de esta pasión adolescente
con la sangre ardorosa, sedienta, colmada de futuro.
No tropieza la vida en mis pasos, ni vacila:
hemos de cambiar este planeta, no hay otra salida.


Versión de Federico Arbós

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