Fallece en el exilio de Colonia, Alemania, Jorge A. Pomar, el abicú





Jorge Aracelio Pomar Montalvo



Queridos amigos:
Queremos avisarles de que nuestro amigo y familiar, Jorge A. Pomar falleció repentinamente, este viernes, 13.11.2015 en la ciudad de Colonia, Alemania.
Para conocer más detalles sobre las exequias, por favor comuníquense por esta vía o por siguiente correo electrónico:
Correo electrónico: info.1rey@gmail.com
Muchas gracias por haber formado parte de la vida de nuestro querido abicú, Jorge A. Pomar.
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Liebe Freunde,
Wir möchten Euch mitteilen, dass unser Freund und Familienmitglied, Jorge A. Pomar an diesem Freitag, 13.11.2015 in der Stadt Köln, Deutschland plötzlich gestorben ist.
Für weitere Details über die Trauerfeier, communiziert bitte mit uns per Facebook oder über folgende E-Mail Adresse:
E-Mail: info.1rey@gmail.com
Vielen Dank, dass Ihr sein Leben mit ihm geteilt habt, mit unserem geliebten abicú, Jorge A. Pomar.


Presentación del Abicú

Según la mitología yoruba, "abicú" es el niño enfermizo que muere sólo para encarnar en hermanos posteriores a los que "se lleva" en breve. Los abicúes dan "mucha guerra", suelen "saber mucho", se conducen "con alarmante gravedad" y "miran como gente grande"…"Por si o por no, un día a la semana... conviene pegarles”. El abicú no tiene, pues, otra manera de reconciliarse con el mundo que devolver golpe por golpe. Respetando en la polémica, eso sí, las reglas de juego de la retórica, pues el suyo es el reino del concepto y la argumentación racional, no el de la diatriba y el panfleto. El Abicú Liberal (pinche para ver texto de Presentación completo) será, en consecuencia, un blog abierto a todos los que se atengan a esa regla elemental...

Mis sentidas condolencias a familiares y amigos cercanos.  

Jorge A. Pomar, germanista, traductor y un comunicador muy polémico. Fue uno de los firmantes de La Carta de los Diez, y estuvo preso en Cuba por sus ideas.  El Abicú Liberal  es  uno  de los blogs polémicos  que,  por no participar en la farsa de Yoani SANCHEZ, fue destruído por el aparato maquiavélico  que tenía por mision borrar a  la blogosfera cubana, sus discusiones y denuncias, para subiarla a reina de un carnaval inexistente y falso. 

Aunque no siempre coincidimos,  pude contar con su apoyo cuando escribía en Chiquita mala.

En paz descanse. 



Mandeville, 13 de noviembre de 2015
En memoria de Jorge Aracelio Pomar, El Abicú. Recordando a un entrañable amigo.

Queridos familiares y amigos de Jorge Pomar:
Esta mañana me sacó de la rutina una llamada de Skype. Como venía de Jorge Pomar, me alegré mucho, porque estaba por llamarlo, y soy yo quien siempre llamaba. Raras veces él a mí. Cuando se hizo la conexión tuve una segunda alegría al ver al mayor de sus hijos varones. Y pensé que no era posible que Jorge Aracelio hubiera rejuvenecido tanto. Esperé un segundo a que el padre apareciera detrás del hijo. Pero la magia no funcionó. En su lugar, Pomar hijo ganó coraje, y me dio la noticia que yo acababa de presentir.
Ya no tendría con él las largas conversaciones que nos acompañaron toda la vida. Les tengo que decir que lloré. Y ustedes conocen mejor que yo quizás la cronicidad de la medicina del llanto. Ahora estoy pensando que Pomar ha sido realmente Abicú y atravesado, hasta en su muerte. Hubiera preferido que lo hubiera sido de otra forma o en otro momento.
Siempre luego de mis conversaciones con Jorge, de una forma u otra, siempre le decía que hubiera sido un gran profesor de filosofía, un gran maestro, pero siempre refutaba la proposición. Estaba en una especie de guerra con los intelectuales, pero el mismo siempre estuvo atrapado en un intenso quehacer intelectual. Siempre trataba de ganarme en las discusiones, en las cuales sabía comportarse como un gran iconoclasta. En los argumentos, si no tenía la razón, por lo menos siempre tenía más información que yo -- - la suficiente como para aprender y terminar dándole si no toda la razón, al menos la buena razón de su buen corazón y su gran amistad.
Algunas veces le reproché, o más bien intenté reprocharle, porque con Pomar no había que perder el tiempo en esas tonterías. Y aquí estoy de nuevo tratando inútilmente de reprocharle la súbita partida.
A veces se dicen cosas bonitas de los seres queridos cuando se nos van. A veces se exageran. Pero conozco que Pomar buscaba alguna suerte de excelencia en la vida, y creo que de alguna forma, la halló. Fue excelente hijo, lo sé y lo vi. Fue excelente padre, porque nunca abandonó a sus hijos. De seguro eso dirán mejor que yo sus hijos, y las madres de sus hijos. Sean cuales fueran las circunstancias, siempre se las arregló para ser responsable y dar todo el apoyo posible. Ellas fueron parte de sus grandes amores. Hasta que finalmente encontró a Ana, para escribir en vida, el final de una historia de amor, entre tantas otras historias que debió haber escrito. Pomar me parecía a veces no de este siglo, sino un hombre del Renacimiento, incluida su devoción por la cultura.
Y fue buen estudiante. Fue tan buen estudiante que luego se le hacía difícil oír a sus maestros, porque en verdad en muchos temas había estudiado y leído más que ellos. Y el mismo, no obstante, fue maestro cuando participó en la campaña de Alfabetización, y luego sigo siendo maestro de sus amigos. Fue hombre de letras, amigo de las palabras, y en sus escritos -- la mayoría presentados en su Blog, el Abicú -- desarrolló un estilo claro y sencillo, como los versos de Martí, a quién también le dio un lugar preferencial en sus corridas intelectuales. Fue buen soldado, como en Angola, y fue buen militante, pero nunca vaciló en cuanto a expresar sus criterios ante nada y ante nadie. No tenía nada que ver ni con el oportunismo ni con hipocresía. De haber sido así, dada su increíble inteligencia natural, hubiera perdido su codiciado puesto de hombre sencillo, y por supuesto de Abicú.
Y fue buen enemigo de los enemigos que nunca buscó, en tanto que no le dedicó tiempo a las enemistades, surgidas siempre de desacuerdos que él consideraba naturales como parte de la vida. Nunca respondió a las bajezas de sus opositores, plasmadas a veces en mensajes de increíble bajeza. Era limpio y pulcro, en lo físico, y en todos los demás órdenes de la vida.
Siempre lo tuve al alcance de una llamada telefónica, de una visita a Colonia en Alemania, de un email, o de un contacto por Skype. Pero es asunto viejo que apreciamos más las cosas cuando están lejos, o ya no las tenemos. Y ahora cuantas llamadas perdidas, cuantos emails perdidos, y cuanto dolor el querer llamar, y saber que no está Pomar para responder.
Discutiendo de religión y Dios, Jorge me dijo una vez que no era creyente, pero en términos de probabilidades, aunque fuera un mínimo de probabilidades, había que contar con Dios. Y si de Dios se trata, el Abicú estará siempre como Jacob, luchando noche tras noche con aquel ángel.
Y a nosotros nos toca despedirlo. Siento ahora la misma pena que cuando murió mi padre. Me pasó lo mismo que con Pomar. No pude ir a verlo. Murió al amanecer. Su corazón se apagó. Más de 10 años sin verlo. No pude ir a despedirme de él. Cuando lo supe, escribí este texto, sin saber que tendría que repetirlo de nuevo tan pronto. Y quiero compartirlo con todos ustedes, especialmente con los hijos de Jorge. Es un poema, pero sin entender de poesía, no se puede entender a Jorge Pomar. Porque su vida es un poema.
Te dan noticias (Osvaldo Castillo Failde y Jorge Pomar In Memoriam)
Te dan noticias
Llenas de malezas
Cuando ya no hay filos con que cortar
Te dan noticias
Llenas de tristezas
Cuando ya no puedes ni quieres llorar
Noticias voceadas, habladas, susurradas
No buenas nuevas, sino nuevas malas
Y ya no quieres escribir sobre mármoles
Porque nada los cambia y de todas formas Tennyson lo hizo mejor
A esa hora todo el mundo es mejor que tú para hilvanar flores
O para escribir sobre misas y muertos
Y poco a poco te enteras: que no es una noticia
Y tampoco no es nueva:
Era un mensaje.
Es siempre, un mensaje para ti y para todos
Una misiva de la vida
Un reto a creer en la eternidad del amor
o a darte por muerto
Y a esa hora sales en busca del secreto en las ruinas
Y encuentras una palabra en la penumbra,
Y te pones a esperar con una fe casi inexplicable
el próximo amanecer.
………….
Te querremos Jorge, incluso el día en que nos toque partir, sin perder la esperanza de encontrarte de nuevo.
Mario O. Castillo Rangel
Mandeville, Nov. 13, 2015



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