"Espíritus benditos"-Leonard Woolf

"Yo le había dicho en una ocasión que si una incineración se acompañaba de música,

debía de ser la cavatina del cuarteto B, opus 130 de Beethoven. Hay un momento en

las incineraciones, cuando se abren las puertas del crematorio y el féretro se desliza

lentamente hacia el interior, y hay un momento a mitad de la cavatina, cunado unos 

compases de increíble belleza parecen vacilar, con un movimiento muy dulce, hacia

adelante, que parece empujar dulcemente al muerto a la eternidad del olvido. Virginia

era de mi opinión y yo hubiese querido organizarlo a nuestro modo. Pero no pude. Me

parecía imposible poder discutirlo con el párroco, imposible que hiciese algo por conseguir aquella música. Además el largo horror de las semanas precedentes me tenían como  anestesiado. Como si me hubieses molido a palos. Me sentía como un animal que no puede más que ir arrastrándose instintivamente hacia su madriguera. Con gran sorpresa

por mi parte interpretaron "Espíritus benditos" del Orfeo de Gluck, cuando se abrieron 

las puertas  y desapareció el féretro. Por la noche toqué la cavatina".

Leonard Woolf

 

gracias a Maya Islas por compartir.