Autorretrato abrazando una bestia fabulosa (de un dibujo de Lorca), Joaquín Badajoz.
Autorretrato abrazando una bestia fabulosa
(de un dibujo de Lorca)
(de un dibujo de Lorca)
Como alfarero hundo el pulgar en la arcilla
y es tu cintura de arena,
amaso un pan de sol
rotando el torno insisto
en moldear con mis dedos
las formas que se fugan,
nada en ti cambio, todo es perfecto,
sigo en tu cuerpo la huella de dios.
Tu cuerpo que entre mis manos
suena, palo de lluvia, madera susurrante,
acerco mi oído al mar
que es tu espalda,
pez volador, centaura, tienes el lomo largo
de felino, te lamo y ronroneas, ruges,
muerdo tus labios.
El placer se traduce en saliva,
timbre de los perros de Pavlov,
contracción de las poderosas quijadas,
tanta sed de otro ser.
Bruño con hierba la arcilla de tus muslos,
sirgando en seco, un día
me sembraré en ti,
donde esta grieta un árbol crecerá
con sus pájaros de origami,
su aurora boreal sobre tu nuca
y una hoguera, un lago volcánico
donde los pulgares en pinza
todos estos milenios
de tanto frotar con paciencia de gota
han creado su ergonómica rienda.
Con falsa paciencia quiero mostrarte el arte
del domador de potros,
susurrar en tu oído: soy el viento,
una brizna de sol te lame el lóbulo,
ensarta monedas de fuego, duraznos asados,
quema las maduras hojas del otoño.
Beber la porcelana de tu oreja,
por esa delicada vasija
ojalá se desborde tu cuerpo.
Me gusta cuando gimes de deseo,
me gusta cuando escapa un alarido,
y hay una bestia bella
entre mis sábanas, y no es cama
ni habitación, sino vacío,
galaxia, vía láctea, pradera americana.
Tiemblas como una niña enfebrecida,
de tanta fiebre deliras,
hablas en una lengua de ángeles.
No he podido hundirme en ti
nueve noches seguidas,
Mnemósine, lamo tu piel de regaliz y olvido.
Te recuerdo por tu olor,
la miel que he perseguido
a través de las tundras,
de las ruinas, en una orilla del Hudson
atracan los veleros,
y hay hombres a los que se les desbordan
los ríos por los ojos,
son hombres bellos y azules,
pero te empeñas en los abismos,
buscas hundir tu pelvis
dejarte peinar por los vientos oscuros.
Un ave solar despega en los atardeceres,
va a anidar, estalla en terciopelo,
y navegan tus ojos de piedras encendidas,
tus ojos como lámparas lanzadas al río.
He llegado olfateando tu rastro,
ávido por morder tu cuello largo,
por curar tus heridas.
Sin dejar el pedal, giro el torno
rechinan los metales
y se transforma en torso,
en mayólica, pezón de esmaltes,
quiero que me amamantes,
la loba que eres,
me inspirará a fundar ciudades,
reproducir tus pechos
en las cúpulas de las catedrales.
Presiono la carne-arcilla te desnudo,
que es desatar el pánico,
una colmena de avispas
en vendaval se arremolina.
Las manos en medias lunas
esculpen un río humano,
tan tibia que te me desbordas
entre las piernas.
En el principio hubo un dios,
lo sé porque sigo el rastro de sus dedos.
Donde hundió su pulgar celeste
soplo mi aliento, susurro un salmo.
Quiero ser el amante paciente,
en su nido de estopa,
pero el deseo es volátil,
enciende urgencias.
Y en cada rapto quebramos los cuerpos,
y el mundo hecho pedazos
en su granada elemental estalla.
Y regresamos uno al otro,
aprendiendo el arte de la restauración,
no para ocultar las grietas,
como el Adán de Tulio Lombardo,
que miramos una tarde cualquiera,
de invierno metropolitano.
Quiero sanar en ti, que salgan de ellas
aves de fuego, oasis y montañas, nieve
que sean heridas fecundas,
para curarlas con el fuego de mis labios,
aliviarte el dolor con mi lengua.
Sello cada grieta tuya con un hilo de oro.
Joaquín Badajoz. Miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), de la American Comparative Literature Association (ACLA), de la American Association of Teachers of Spanish and Portuguese (AATSP) y de la National Association of Hispanic Journalists (NAHJ). Miembro de los consejos editoriales de Glosas (ANLE) y RANLE (Revista de la ANLE). Ha publicado ensayos, reseñas, crítica de arte, poesía y narrativa en revistas, periódicos y antologías de EE.UU., España, Francia, México, Panamá, Polonia y Cuba. Coautor de Enciclopedia del Español en Estados Unidos (2008), Hablando bien se entiende la gente (2010) y Diccionario de Americanismos (2010), entre otros. Es columnista de arte de El Nuevo Herald (EE.UU.) y editor de La Opinión digital, el diario en español más importante de EE.UU. Su último libro publicado es Passar Páxaros/ Casa Obscura, aldea sumergida (2014).
y es tu cintura de arena,
amaso un pan de sol
rotando el torno insisto
en moldear con mis dedos
las formas que se fugan,
nada en ti cambio, todo es perfecto,
sigo en tu cuerpo la huella de dios.
Tu cuerpo que entre mis manos
suena, palo de lluvia, madera susurrante,
acerco mi oído al mar
que es tu espalda,
pez volador, centaura, tienes el lomo largo
de felino, te lamo y ronroneas, ruges,
muerdo tus labios.
El placer se traduce en saliva,
timbre de los perros de Pavlov,
contracción de las poderosas quijadas,
tanta sed de otro ser.
Bruño con hierba la arcilla de tus muslos,
sirgando en seco, un día
me sembraré en ti,
donde esta grieta un árbol crecerá
con sus pájaros de origami,
su aurora boreal sobre tu nuca
y una hoguera, un lago volcánico
donde los pulgares en pinza
todos estos milenios
de tanto frotar con paciencia de gota
han creado su ergonómica rienda.
Con falsa paciencia quiero mostrarte el arte
del domador de potros,
susurrar en tu oído: soy el viento,
una brizna de sol te lame el lóbulo,
ensarta monedas de fuego, duraznos asados,
quema las maduras hojas del otoño.
Beber la porcelana de tu oreja,
por esa delicada vasija
ojalá se desborde tu cuerpo.
Me gusta cuando gimes de deseo,
me gusta cuando escapa un alarido,
y hay una bestia bella
entre mis sábanas, y no es cama
ni habitación, sino vacío,
galaxia, vía láctea, pradera americana.
Tiemblas como una niña enfebrecida,
de tanta fiebre deliras,
hablas en una lengua de ángeles.
No he podido hundirme en ti
nueve noches seguidas,
Mnemósine, lamo tu piel de regaliz y olvido.
Te recuerdo por tu olor,
la miel que he perseguido
a través de las tundras,
de las ruinas, en una orilla del Hudson
atracan los veleros,
y hay hombres a los que se les desbordan
los ríos por los ojos,
son hombres bellos y azules,
pero te empeñas en los abismos,
buscas hundir tu pelvis
dejarte peinar por los vientos oscuros.
Un ave solar despega en los atardeceres,
va a anidar, estalla en terciopelo,
y navegan tus ojos de piedras encendidas,
tus ojos como lámparas lanzadas al río.
He llegado olfateando tu rastro,
ávido por morder tu cuello largo,
por curar tus heridas.
Sin dejar el pedal, giro el torno
rechinan los metales
y se transforma en torso,
en mayólica, pezón de esmaltes,
quiero que me amamantes,
la loba que eres,
me inspirará a fundar ciudades,
reproducir tus pechos
en las cúpulas de las catedrales.
Presiono la carne-arcilla te desnudo,
que es desatar el pánico,
una colmena de avispas
en vendaval se arremolina.
Las manos en medias lunas
esculpen un río humano,
tan tibia que te me desbordas
entre las piernas.
En el principio hubo un dios,
lo sé porque sigo el rastro de sus dedos.
Donde hundió su pulgar celeste
soplo mi aliento, susurro un salmo.
Quiero ser el amante paciente,
en su nido de estopa,
pero el deseo es volátil,
enciende urgencias.
Y en cada rapto quebramos los cuerpos,
y el mundo hecho pedazos
en su granada elemental estalla.
Y regresamos uno al otro,
aprendiendo el arte de la restauración,
no para ocultar las grietas,
como el Adán de Tulio Lombardo,
que miramos una tarde cualquiera,
de invierno metropolitano.
Quiero sanar en ti, que salgan de ellas
aves de fuego, oasis y montañas, nieve
que sean heridas fecundas,
para curarlas con el fuego de mis labios,
aliviarte el dolor con mi lengua.
Sello cada grieta tuya con un hilo de oro.
Joaquín Badajoz. Miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), de la American Comparative Literature Association (ACLA), de la American Association of Teachers of Spanish and Portuguese (AATSP) y de la National Association of Hispanic Journalists (NAHJ). Miembro de los consejos editoriales de Glosas (ANLE) y RANLE (Revista de la ANLE). Ha publicado ensayos, reseñas, crítica de arte, poesía y narrativa en revistas, periódicos y antologías de EE.UU., España, Francia, México, Panamá, Polonia y Cuba. Coautor de Enciclopedia del Español en Estados Unidos (2008), Hablando bien se entiende la gente (2010) y Diccionario de Americanismos (2010), entre otros. Es columnista de arte de El Nuevo Herald (EE.UU.) y editor de La Opinión digital, el diario en español más importante de EE.UU. Su último libro publicado es Passar Páxaros/ Casa Obscura, aldea sumergida (2014).
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