Aleana, José Sbarra. Pinturas Van Gogh



 Van Gogh
«Hay que cuidarse, óiganme bien, hay que cuidarse de ellos porque no son honestos, son traidores que cuando los descubrimos nos echan arena a los ojos para que chillemos, para que no lleguemos a ver el corazón decrépito que esconden detrás de sus corbatas bien planchadas.
Ah, yo no sé de dónde la sacan, pero siempre tienen arena fina en las manos.
Nos arrojan arena a los ojos para que no percibamos que detrás de sus sonrisas de dientes blanquísimos se les pudre la mentira de su felicidad.
Nos arrojan arena a los ojos para que no contemos cómo se les agita la culpa por los crímenes que cometen con sus derroches de lujo.
Presten atención porque los más refinados son los más peligrosos, se disfrazan de corderitos tiernos y cuando nos hieren lo hacen con tanta distinción que una cree que, en lugar de ofenderse, debe besarles las manos.
A ellos no los castiga nadie porque son ellos los que dictan las leyes y porque sus crímenes no se notan a simple vista.
Lo peor de todo esto es que las crueldades sutiles son las que más duelen, sí señores, son las que más duelen. Cuando ustedes intentan defenderse, los criminales refinados los ponen en ridículo y desprestigian sus palabras; por eso es que yo he inventado una técnica para defenderse de la técnica de ellos. Vamos a desenmascararlos ya a acabar de una vez por todas con…»
—  Aleana, José Sbarra.

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