SUSANA THÉNON (ARGENTINA, 1935-1991)

POEMA

Yo creo en las Noches
R.M.Rilke

AYER tarde pensé que ningún jardín justifica
el amor que se ahoga desaforadamente en mi boca
y que ninguna piedra de color, ningún juego,
ninguna tarde con más sol que de costumbre
alcanzan a formar la sílaba,
el susurro esperado como un bálsamo,
noche y noche.
Ningún significado, ningún equilibrio, nada existe
cuando el no, el adiós,
el minuto recién muerto, irreparable,
se levantan inesperadamente y enceguecen
hasta morirnos en todo el cuerpo, infinitos.
Como un hambre, como una sonrisa, pienso,
debe ser la soledad
puesto que así nos engaña y entra
y así la sorprendemos una tarde
reclinada sobre nosotros.
Como una mano, como un rincón sencillo
y umbroso
debería ser el amor
para tenerlo cerca y no desconocerlo
cada vez que nos invade la sangre.
No hay silencio ni canción que justifiquen
esta muerte lentísima,
este asesinato que nadie condena.
No hay liturgia ni fuego ni exorcismo
para detener el fracaso risible
de los idiomas que conocemos.
La verdad es que me ahogo sin pena,
por lo menos he resistido al engaño;
no participé de la fiesta suave, ni del aire cómplice,
ni de la noche a medias.
Muerdo todavía y aunque poco se puede ya,
mi sonrisa guarda un amor que asustaría a dios.

DÓNDE

Sólo el misterio
nos hace vivir.
Sólo el misterio.”
F. García Lorca.

Bajo la teoría de la gestalt
las estadísticas anuales
el observador en el polo
los tableros de control.

Bajo el sol meteorológico
el éster nítrico del alcohol tetrahídrico
la fuerza motriz aprovechable
y el robot electrónico.

Bajo el predicado nominal
la glosemática de Hjelmslev
el catálogo de códices y documentos
la patogenia del coma hepático.

Bajo las categorías dimensionales
la suma de los ángulos interiores de un sueño
la cosmovisión del yo
los grados del amor cibernético

cómo seguir
qué ser
dónde morir


ELLA

de madrugada
(ella se tocó las manos).
De madrugada, apenas.
Ella recuerda que nada importa
aunque su sombra siga corriendo
alrededor de la noche.
Algo se detuvo en algún momento,
algo marchaba débilmente
y se detuvo en algún momento.
Ella tembló como un sonido
congelado entre los labios de un muerto.
Ella se deshizo como un recuerdo
convocado hasta la saciedad.
Ella se inclinó sobre su respiración
y comprendió que aún vivía.
Se tocó la libertad
y la dejó escurrirse como una pequeña noche.
Se anudó la angustia alrededor del cuello
y recordó su color extraviado.
Ella mordió a ciegas en la oscuridad
y escuchó gritar al silencio.
Y aprendió a reírse
del olor a tiempo que despedía su sangre.
De noche
(ella se cortó las manos).
De noche, apenas.
Ella recoge su pequeño crepúsculo.
Ella sueña en la erección de la rosa.

De “Habitante de la nada”, 1959.


DAME la libertad,
abre las puertas de mi jaula,
dame ser aire, espacio:
extraño el mar, tengo sed de su mirada,
tan alto es mi deseo
que como un techo él desciende sobre esta cárcel.

He arrojado la máscara sin saber que ella era el mundo
Y que detrás del mundo, en derredor,
otro mundo de sombra se aprestaba a atacar,
que galeotes seremos de oscuras libertades.

No hay esperanza, ya lo sé: dame entonces el engaño
de ver estas cadenas como apretadas ramas
en la paz de tu selva.

Concédeme el error, la locura, el sueño
de que soy un estambre adormecido
sobre tu piedra, al sol.

NO es fácil encontrar lo que se te parece:
hay que salir, hay que alejarse de los caminos
y llegar a la tierra; hay que buscar entre las hojas
y la arena, treparse con fervor a los abedules;

cuando el humo se aleja de las casas
y nadie grita ni lejos ni cerca
y nadie tiene sed, sino que el mundo
está en reposo y cada uno
sabe lo que le espera
en la soledad de su cuarto.

De “De lugares extraños”, 1967.


4.

hay un país           (pero no el mío)
donde la noche es sólo por la tarde
(pero no el nuestro)
y así canta una estrella su tiempo libre

toda la muerte pensaré
ya que morir no es mío
y aún alumbro con sangre deslumbrada
(hay un país) el sueño de caída
(hay un país)
y yo conmigo (y siempre)
de amor inmóviles

7.

tu paso            nunca otro             y tu boca
roída por el viento           criatura
individual           en un mundo de nombres
que ya apenas pronuncias           y que apenas te hieren
dulce materia           viva
en tierra enferma           criatura
induvidual           entre flor y flor oscura
tu paso             nunca otro
y tu boca roída por el viento


9.

cavidad          tú
lo otro          llama
amor         congrega
dos una vez         una sola vez
preciencia cuando abraza         abierto
cúpula          estoy
veníamos de atrás           verano
ignorantes          sin compuerta
el viento hidraba (flujos) acuérdate
de sol          velarios me impiden
cuando se borre         sí
          nuestra mordida paralaje
y nos disuelva sin rumor y nos separe el día

20.

otra vez a pesar de las nubes
ciegas (me quemaba) te amé di sangre
por tus flores           te llamé tierra
soplé coronas          hilo
de un tiempo en retroceso         morí
para nacer           te alzaban
mis hombros             sí temblor sueño carnívoro
fuiste la mañana            oí tus letras
suavemente en la habitación como pasos

32.

vomitar sueños
croar de pena            de lejanía
llevar alimento a una torre

abrir dos ojos a la vez
aunque la cuerda salte
y algo llore en la noche del ropero

de “Distancias”, 1984.


¿por qué grita esa mujer?
¿por qué grita?
¿por qué grita esa mujer?
andá a saber

esa mujer ¿por qué grita?
andá a saber
mirá que flores bonitas
¿por qué grita?
jacintos           margaritas
¿por qué?
¿por qué qué?
¿por qué grita esa mujer?

¿y esa mujer?
¿y esa mujer?
vaya a saber
estará loca esa mujer
mirá           mirá los espejitos
¿será por su corcel?
andá a saber

¿y dónde oíste
la palabra corcel?
es un secreto          esa mujer
¿por qué grita?
mirá las margaritas
la mujer
espejitos
pajaritas
que no cantan
¿por qué grita?
que no vuelan
¿por qué grita?
que no estorban
la mujer
y esa mujer
¿y estaba loca mujer?

Ya no grita

(¿te acordás de esa mujer?)

de “Ova completa”, 1987.


El cuerpo,
es nada más que todo.
(El alma es un cansancio
magnificado,
un escape superlativo
y radiante).

                                     3-IX-56

BÚSQUEDA

Me acaricio el instinto
y lo largo
junto a los otros perros.
Me duelo,
pruebo la muerte
con la punta del miedo.


De “Poemas inéditos I”, 1952-1967.






Estoy muy feliz de subir poemas de Susana Thénon porque son inmensos, son buenos de rebuenisimos y como no entro en ningun pacto generacional, hizo sus escritos marginada, hay que darle su plaza, y dejarse de repetir como papagayos a dos o tres poetas contemporaneas suyas- excelentes también- pero que monopolizan el saber. Le admiro, espero que algun dia una joven poeta cubana se acuerde que existi y quizas, si el karma actua, me ponga poemas en su facebook. Gracias Susana, por recordarme siempre que hay que escribir aunque no entres en el hit de tus contemporaneos. Donde estes, sea la luz.
perdonen la falta de  acentos, el pc no da mucho, agoniza.

Commentaires

Articles les plus consultés