Lectura gratis de El Monte, Lydia Cabrera


Persiste en el negro cubano, con tenacidad asombrosa, la creencia
en la espiritualidad del monte. En los montes y malezas de Cuba
habitan, como en las selvas de África, las mismas divinidades an-
cestrales, los espíritus poderosos que todavía hoy, igual que en los
días de la trata, más teme y venera, y de cuya hostilidad o benevo-
lencia siguen dependiendo sus éxitos o sus fracasos.
El negro que se adentra en la manigua, que penetra de lleno en
un «corazón de monte», no duda del contacto directo que establece
con fuerzas sobrenaturales que allí, en sus propios dominios, lo
rodean: cualquier espacio de monte, por la presencia invisible o a
veces visible de dioses y espíritus, se considera sagrado. «El mon-
te es sagrado» porque en él residen, «viven», las divinidades. «Los
santos están más en el monte que en cielo».
Engendrador de la vida, «somos hijos del monte porque la vida
empezó allí; los santos nacen del monte y nuestra religión también
nace del monte —me dice mi viejo yerbero Sandoval, descendiente
de eggwddós—. Todo se encuentra en el monte —los fundamentos
del cosmos—, y todo hay que pedírselo al monte, que nos lo da todo».
Por medio de
estas explicaciones y otras semejantes —«la vida salió
del monte, somos hijos del monte», etcétera—,
conocemos que, para ellos, monte equivale a tierra en el concepto de madre universal, fuente de vida. «Tierra y monte son lo mismo».
«Allí están los orishas Elegguá, Oggún, Ochosi, Oko, Ayé, Changó,
Allágguna. Y los Eggun —los muertos, Eléko, Ikús,
Ibbayés...—.
¡Está lleno de difuntos! Los muertos van a la manigua»

Leer el libro en...


Imaginarios: Lydia Cabrera (20.5.1899–19.9.1991)

 

  y yo en FACEBOOK me puse MORA


Me he puesto Mora porque ahora si estan "desataos" los grandes peces, hasta hacen señas para ser vistos del litoral. Les miro, la gente fea que ha nadado siempre en la mejor corriente no entra al Monte. La fiera solo respeta a los cimarrones. Solo eso y que viva Chango!

Commentaires

Articles les plus consultés