impreciso viaje




Mi cerebro del domingo en modo "impreciso viaje"

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Anonyme a dit…
Llega, con su suspiro acogedor, la media noche;

Aquí en el limbo, en tu lecho o en un trago de whisky todo calla, excepto el espectro de la ausencia, ya sea ésta dolida o deseada,

La ausencia habla y nosotros callados escuchamos, y si ella canta, nosotros con luz tenue y en soledad nuestros sueños murmuramos,

Aquellos sueños de una presencia, ya sea dolida o deseada; un ente, un fantasma que nos trae hambrienta la nada,

Un amor que nos hace huir al filo de la muerte,

Lejos de la oscuridad hacia la realidad mundana.
Anonyme a dit…
Viajo en el tiempo, llego a un pueblo hace más de cien años en Nueva Inglaterra,

Busco la charla con una mujer que hornea panes y escribe poesía; llego a su cabaña, me ve en la puerta y me ignora; observo la nostalgia en la ventana.

Lo olvidé, Emily habla en soledad, y como yo, sólo de ésta está enamorada,

Me quedo afuera en el delirio, huelo el tabaco, las letras y el pan,

Afuera en el frío,

Comparto con ella mi soledad.
Anonyme a dit…
Viajo en el tiempo, llego a un pueblo hace más de cien años en Nueva Inglaterra,

Busco la charla con una mujer que hornea panes y escribe poesía; llego a su cabaña, me ve en la puerta y me ignora; observo la nostalgia en la ventana.

Lo olvidé, Emily habla en soledad, y como yo, sólo de ésta está enamorada,

Me quedo afuera en el delirio, huelo el tabaco, las letras y el pan,

Afuera en el frío,

Comparto con ella mi soledad.
Anonyme a dit…
Y me pregunto por esa bruja que, de la nada, transformaba el aire y el papel en hermosos demonios de colores.

Bebíamos vino y mirábamos al cielo, y cuando ella perdía su mirada en una nube, yo cerraba los ojos y soñaba que ella me daba un beso y me decía al oído con un susurro espeso,

Eres un monstruo, un dulce monstruo.
Anonyme a dit…
Miras por la ventana hacia tu acantilado,

¿Ves el horizonte?

¿Ese espacio irreverente e interpretado?

Son susurros de mis dedos en tus labios,

Son un poema entre tus piernas que aunque no calle,

No tiene por qué ser hablado,

¿Qué te dice el horizonte?

¿Qué suspira el acantilado?
Anonyme a dit…


Desde el miocardio a usted, mi amiga perdida y sagrada.

Dicen que se acerca la nevada, y con ella los silencios que aguarda.

Yo, lejos de esta ilusión que por meses, bajo el frío de los eventos
he mantenido caliente, tengo rotas mis alas,

Volé mucho muy alto tratando de alcanzarla y cuando he despertado,

He pasado de ser poeta a ser un cuidador de cabras,

Perdí mi voz en un pequeño manzano sin deseo de darme frutos y aunque su rostro sonrojara,

Con estas alas rotas no podría hacer nada, no podría alcanzar su copa.

Son sueños ya aquellas viejas caminatas, pláticas por ti ya olvidadas,

Usted, que posa sobre el manzano es una estrella, y las estrellas viven esta noche, no viven del ayer ni del mañana,

Y aquel largo abrazo, por mucho tiempo uno de mis tantos amuletos, también ya por usted ha sido olvidado,

Si es que en algún momento fue digno de ser un recuerdo,

Un bello momento en su corazón guardado.

Ha pasado casi un año y las cabras me dicen (¿cabrean?) que se acerca la nevada, y con ella los silencios que aguarda.

He perdido en usted mi sombra queriendo resguardarla de los duros golpes del tiempo,

Y es usted quien la ha mantenido callada.

Al parecer, al llegar los primeros copos de este invierno no guardarás ni uno sólo para mi en tu vientre y si busco algo por más que te ruegue,

No encontraré ahí nada,

Sólo lo que chillan mis cabras (¿lo que cabrean?) y mi perdición en tu mirada,

El aire es frío y el cielo en mis venas es blanco,

A usted la he perdido más mi pluma ahora es sagrada.

Las cabras no dicen nada, ellas en realidad no hablan.

Se acerca la nevada, y con ella los silencios que aguarda.

Xavier Bankimaro

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