Oficio despedidor de horas.
Oficio despedidor de horas.
He escrito poemas en un papelucho,
he garabateado en el borde,
más estrellas que todas las de la vía láctea
y sigo
como ciega
en la noche
en que murió mi padre.
He quedado ausente, como si me hubiesen
otorgado visa para la niebla.
Me queda pan, aceite, olivas y vino barato.
Puedo inventar una vida de huérfana,
tengo tiempo, no llego y si llego
no pueden reconocerme.
textos poéticos de Margarita Garcia Alonso
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