apuntes intimos



Anoche soñé con David. Mataperreábamos por los parques de Madrid, como entonces, tirábamos piropos a los chicos y nos reíamos embriagados. Los colores estaban acentuados, como en las postales antiguas y de pronto me dice, "tomemos un rosadito". Fuimos a Pepe Botella y al salir me murmura, "debemos robarnos dos copas, este vino no se toma en vaso plástico" y pronta entré al bar y salí con el botín, y me confiesa muy serio: "qué pocos somos para darnos consuelo", le respondo: "ya quedan pocos para consolarnos" y mi buen David se ha puesto a llorar. Al parecer anoté medio dormida lo anterior pues vengo de encontrar el papelito junto a la cama, el papelito y la emoción.

 la curandera, Margarita Garcia Alonso, del 2006

Commentaires

Articles les plus consultés