A LAS SEIS Y TREINTA DEL ALBA, del poemario Sustos de muchacha, margarita garcia alonso, 1988





A LAS SEIS Y TREINTA DEL ALBA


Amanece en la calzada de Línea
en este Vedado donde han venido
a morir los gatos de la noche.

Extrañados miran al vacío
con el reguero de sesos tripas
y pasiones sobre el asfalto.

No entienden no saben
que deben abandonar la furia o el celo
y boquean al polvo graban en el cemento
mustios caracteres.

Están muriendo los gatos con estertores
y en los edificios duermen.

Abrazaron la soledad de las callejuelas
desataron pesadillas.
Asqueados del Hombre
rescataron de la basura un espléndido
pez de olor añejo.

Asustan con la piel raída
sin centellas o relámpagos de luz
Esparcidos.

No todos conocieron al niño
que cede su taza de leche
Sólo egoísmo mezquindad
y la lluvia.

La raza olvidó en el laberinto
de los tejados
a la mujer de anchas caderas
atada a una madeja de lana
naciendo el hilo en el telar de sus dedos.

La raza decantó la sangre de bestia
escondida presta a devorar al ciervo.

La rayada pelambre se hizo manchas
hipócritas cavernas para quien baja
la cabeza y reclina el torso
al que apalea.

El ratón nada cuenta en este juego
de impotencia,
reducido a la ínfima carne
al atolondramiento del rencor y la caza.

Vistos en el espejo fragmentado
presenciaron su derrota en el contrario.

En la avenida los mal nacidos gatos
aprenden a sortear el muro
y siguen ebrios.

Difusos en la transparencia del alba
se suicidan o descubren que el
tiempo del auto es veloz.

Cuántas fiebres y partos.
En los caminos están sus muertos
atrapados en los ojos de otro gato
juzgando, juzgando.

Devoran los despojos del hombre,
enigmático también para su especie.

El pezón de una gata se marchita
Indefensos _ como humanos_
los pequeños ciegos recuperan el llanto.

Junto a la colilla del cigarro

los gatos rasguñan con odio.

 


del libro SUSTOS DE MUCHACHAMargarita Garcia Alonso,  Ediciones Matanzas, 1988 en venta aqui:

Commentaires

Articles les plus consultés