El gato de Schrödinger.
El gato de Schrödinger.
Cuando falta la cola o la crin,
el caballo está enfermo,
es solo cuerpo que trota
sin la posibilidad espiritual del viento.
El sol se fue a putear al fondo de las nubes
después de hacerse el nulo en los acantilados.
Estoy recogiendo fragmentos,
quizás se salve algo de la mañana.
El gato de Schrödinger ha desaparecido
supuestamente atado al caballo.
Un átomo radiactivo y una botella de veneno
ocupan el interior de mi cerebro donde nadan
el absurdo, la obsesión y el despilfarro.
Mi desespero no es por el gato muerto,
estoy febril.
¿Dónde está el problema,
si yo no quiero saber la solución?
El pintarrajeado travesti se pavonea en la acera
con la ilusión de que el enano tuerto
se equivoque de estación.
La sombra acaricia entrepiernas,
toda ecuación del mundo está en el sexo.
Del poemario MALDICIONARIO, Editions HOY NO HE VISTO EL PARAISO, 2010.
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