Abejones entretenidos.



Abejones entretenidos.

Inútil que escojas mi nombre
he perecido en el ojo de un tuerto
nombrando con dulzura a conocidos.

Cerradas las piernas, emito fuegos
desde que pinto a un Hombre,
aunque nunca falte el dildo,
el tildo y hasta el falo japonés
en su caja decorada con un samurái.

Cuando atravieso el lodo
de los malditos cantores
de versos de ravioli,
- la masa cortada, machacada
en esquinas de harina –
me cuelgo al rabo de un caballo
y piso el pasto antes de partir.

¿Habéis gritado yegua?

Soy la que pone la herradura y destripa
a la bestia en la mesa pública.
Si ahuyento a los comensales es solo
porque no saben comerme bruta.

Dentro de pocos manuscritos todo habrá acabado.
Estuve gritando, me he vaciado de gritos
arrastrando muertos, los pocos que han quedado
hacia la impasible primavera.
Pero he llegado tarde,
la niebla indica que he pasado
como un ruido sin que sintáis pena.

He anunciado a lo largo de esta ruinosa existencia
que me moría, que no llegarías a tiempo,
podías haberme contrariado
y llamarme entonces fina poetisa,
poetisa loca, sopladora de zeppelines,
haberme nombrado en los contratos de
gente que escribe
haber viajado hasta este fin de mundo
haber pasado una noche de lujuria
repitiéndome puta

-acepto todo: el morro como el porro
me conmueve el día-

pero no,
me fui pudriendo,
queda este hueso que chupáis ahora,
adulones de cadáveres.

Del poemario Cuaderno de la herborista, Margarita García Alonso, Editions Hoy no he visto el paraíso, 2012. 




© 2012 Editions Hoy no he visto el paraíso.
© Margarita García Alonso.
ISBN:978-2-919441-21-1
DL: 9782919441211
Impreso en España / Printed in Spain Impreso por Bubok

Ya que no he podido entender a los Hombres,
recorto y coso pero no me sale un humano,
me dedico a las plantas.
La herborista.

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