el cielo se traga la tierra.
Imposible dormir con la ventolera, cerca de las tres de la madrugada todas las jardineras de mi calle se rompieron en la acera. Parecía un ataque de flores sobre manantiales alocados, la tierra de las macetas quedaba como una islita hasta que la corriente la arrastraba. Ahora negro, negro y sigue lloviendo...
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