Jeanne
Jeanne Hebuterne, musa de Modigliani
"Modigliani siempre buscaba para emborracharse la esquina del boulevard de Montparnasse y del boulevard Rapail"-decía Picasso. Seguramente no hay nada como emborracharse junto a las tapias de un cementerio porque debe verse el mundo en gris. Pero Modigliani se trajo los colores de Italia. Y nadie apreciaba sus cuadros que le salían góticos y desnudos, africanos y hambrientos,cuando el mercado estaba pidiendo retratos de burgueses blancos, gordos y bien vestidos. Malvivía entre el alcohol y la droga,protagonizando escenas violentas con los hombres y las mujeres, incluso con las dulces golondrinas como Beatrice Hastings o la pobre Jeanne Hebuterne que intentaba ayudarle. Angel extraño el de estos seres que se mataban amándose.Jeanne le dió una hija, y cuando ya estaba perdido en la estupidez y el delirio, no quiso abandonarlo. Fue él quien primero dejó este mundo en plena juventud. Y Jeanne, que era casi una niña, no pudo seguir pagando el alquiler de aquel horrible apartamento donde no había más que apuntes de modelos hambrientos,botellas vacías de vino y latas abiertas que derramaban aceite sobre los lienzos como óleos de sardinas y atún, como festines de gatos hambrientos. Los padres de Jeanne se la llevaron a su casa. Pero, a los dos días de la muerte de Modigliani, se arrojó por la ventana llevándose el último retrato que los dos habían pintado: un hijo que quedó en su vientre.(Mauricio Wiesenthal, en "El esnobismo de las golondrinas")
'gracias a Kathy Eisenring por la foto y a José Manuel Poveda por el texto.
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