IMPRESIONISTAS en el patio de la casa.
Algunos artistas de la ciudad donde vivo.
Estos artistas habían intentado exponer en el afamado "Salón" de París y siendo rechazados continuamente, decidieron formar un grupo y constituir una sociedad. Su primer objetivo fue organizar exposiciones libres, sin jurado y sin recompensa honorífica, como sucedía en el "Salón".
La primera exposición de esta nueva concepción de la pintura se celebró en París, el 15 de Abril de 1874, en los talleres del fotógrafo Nadar. Convocó a 30 participantes con 165 lienzos, entre los que destacan: Cézanne, Monet, Degas, Sisley, Morisot, Renoir, Pisarro y Boudin.
Con motivo de esta exposición, el grupo recibe el nombre de impresionistas, a causa de ese cuadro de Monet titulado "Impresión, amanecer", siendo utilizado despectivamente para referirse a ellos. A esta exposición la seguirían otras siete más, la última en 1886, hasta la disolución del grupo.
Claude Monet, jefe del grupo impresionista, observó que sólo la luz tiene la fuerza necesaria para unir figuras y paisaje. Esta nueva percepción de la luz iba a transformar la pintura, siendo la característica fundamental del impresionismo: la importancia de la luz.
De esta manera, las sombras ya no son oscuras completamente, sino que tienen color (por lo tanto la paleta de estos pintores adquiere tonos más claros) y las cosas cambian de color según como estén situadas con respecto a la luz.
Como consecuencia de este nuevo uso del color, y también porque se quería reproducir la sensación móvil que aporta la luz, la pintura impresionista se caracteriza por ser realizada mediante una pincelada rápida, libre, suelta y abocetada. Los contornos se disuelven en la luz.
De este pasado queda un magnífico museo y un recorrido pedestre sobre las huellas de los más grandes pintores. Basta detenerse en una esquina y sentir el paisaje conocido, sin dudas, un óleo.
Cuadros de Camille Pizarro y Claude Monet
Y más reciente… Dufy.
Nacido en el puerto de Le Havre, influido en sus años mozos por el impresionista Claude Monet, Dufy comenzó pintando marinas, en especial la bahía y las playas del balneario de Sainte Adresse, en las costas de Normandía. "Cuando encontraba un motivo cualquiera en las playas me instalaba y miraba mis tubos de colores y mis pinceles. Me preguntaba de qué manera lograr plasmar, no lo que veía, sino lo que es, lo que existe para mí, mi realidad", escribió.
En la pintura de Dufy predominan la luz y los colores del mar en Francia. "El azul es el único color que en todos sus matices, del más oscuro al más claro, conserva su propia individualidad, mientras que el amarillo se ennegrece en las sombras y se ahoga en los claros; el rojo se vuelve marrón en las sombras y diluido en el blanco no es rojo sino rosado", aseguraba.
En la vejez, aquejado de poliartritis -debía atarse el pincel a la mano- volvió a pintar su puerto natal de Le Havre, pero ya no con sus sensuales pinceladas, sino con manchones negros y rayas. Son una serie de cuadros construidos en torno a una masa o mancha negra que va creciendo. Ese negro intenso representaba para Dufy el deslumbramiento que produce el sol cuando se le mira de frente, recordando quizás lo que decía el moralista La Rochefoucauld: "Ni la muerte ni el sol pueden mirarse de frente".
_Historia de la ciudad-
http://es.wikipedia.org/wiki/Le_Havre
Estos artistas habían intentado exponer en el afamado "Salón" de París y siendo rechazados continuamente, decidieron formar un grupo y constituir una sociedad. Su primer objetivo fue organizar exposiciones libres, sin jurado y sin recompensa honorífica, como sucedía en el "Salón".
La primera exposición de esta nueva concepción de la pintura se celebró en París, el 15 de Abril de 1874, en los talleres del fotógrafo Nadar. Convocó a 30 participantes con 165 lienzos, entre los que destacan: Cézanne, Monet, Degas, Sisley, Morisot, Renoir, Pisarro y Boudin.
Con motivo de esta exposición, el grupo recibe el nombre de impresionistas, a causa de ese cuadro de Monet titulado "Impresión, amanecer", siendo utilizado despectivamente para referirse a ellos. A esta exposición la seguirían otras siete más, la última en 1886, hasta la disolución del grupo.
Claude Monet, jefe del grupo impresionista, observó que sólo la luz tiene la fuerza necesaria para unir figuras y paisaje. Esta nueva percepción de la luz iba a transformar la pintura, siendo la característica fundamental del impresionismo: la importancia de la luz.
De esta manera, las sombras ya no son oscuras completamente, sino que tienen color (por lo tanto la paleta de estos pintores adquiere tonos más claros) y las cosas cambian de color según como estén situadas con respecto a la luz.
Como consecuencia de este nuevo uso del color, y también porque se quería reproducir la sensación móvil que aporta la luz, la pintura impresionista se caracteriza por ser realizada mediante una pincelada rápida, libre, suelta y abocetada. Los contornos se disuelven en la luz.
De este pasado queda un magnífico museo y un recorrido pedestre sobre las huellas de los más grandes pintores. Basta detenerse en una esquina y sentir el paisaje conocido, sin dudas, un óleo.
Cuadros de Camille Pizarro y Claude Monet
Y más reciente… Dufy.
Nacido en el puerto de Le Havre, influido en sus años mozos por el impresionista Claude Monet, Dufy comenzó pintando marinas, en especial la bahía y las playas del balneario de Sainte Adresse, en las costas de Normandía. "Cuando encontraba un motivo cualquiera en las playas me instalaba y miraba mis tubos de colores y mis pinceles. Me preguntaba de qué manera lograr plasmar, no lo que veía, sino lo que es, lo que existe para mí, mi realidad", escribió.
En la pintura de Dufy predominan la luz y los colores del mar en Francia. "El azul es el único color que en todos sus matices, del más oscuro al más claro, conserva su propia individualidad, mientras que el amarillo se ennegrece en las sombras y se ahoga en los claros; el rojo se vuelve marrón en las sombras y diluido en el blanco no es rojo sino rosado", aseguraba.
En la vejez, aquejado de poliartritis -debía atarse el pincel a la mano- volvió a pintar su puerto natal de Le Havre, pero ya no con sus sensuales pinceladas, sino con manchones negros y rayas. Son una serie de cuadros construidos en torno a una masa o mancha negra que va creciendo. Ese negro intenso representaba para Dufy el deslumbramiento que produce el sol cuando se le mira de frente, recordando quizás lo que decía el moralista La Rochefoucauld: "Ni la muerte ni el sol pueden mirarse de frente".
_Historia de la ciudad-
http://es.wikipedia.org/wiki/Le_Havre
Commentaires
gracias chiquita, te felicito, me imagino que lo debes haber disfrutado mucho.
Espero tenerte por aqui cuando nazca el delfincito. Gracias.
Un abrazo.