NO EXISTE UN LUJO MAYOR NI MAS DIFÍCIL DE ENCONTRAR

 NO EXISTE UN LUJO MAYOR NI MAS DIFÍCIL DE ENCONTRAR

Sanar el alma es un acto profundo de amor hacia uno mismo y hacia la creación. Es un proceso que comienza con el perdón, no solo hacia los demás, sino hacia ti mismo, por las veces en las que no supiste actuar desde la luz. El perdón no es un acto de debilidad, sino de liberación. Es soltar las cadenas del resentimiento y permitir que el amor fluya nuevamente por los rincones heridos de tu ser.

La liberación es el siguiente paso: dejar ir lo que ya no te pertenece. Las cargas emocionales, los errores del pasado, las palabras no dichas, las heridas que te enseñaron pero que ahora deben partir.

Liberarte no significa negar lo vivido, sino honrar cada experiencia como una lección divina que ha moldeado tu ser. Al soltar, abres espacio para que la paz y la abundancia lleguen a tu vida.

Finalmente, la aceptación es el acto más sagrado. Es reconocer que todo lo que ha sucedido, incluso aquello que parecía oscuro, tenía un propósito divino en tu crecimiento. Aceptar no es resignarse, sino abrazar la vida tal como es, confiando en que el plan universal siempre actúa en tu favor, incluso cuando no lo comprendas del todo.

Sanar el alma no es un destino, es un camino continuo.

Es un llamado a regresar a tu esencia divina, a recordar que ya eres completo y que cada herida es una oportunidad para expandir tu luz. Mientras caminas este sendero, no estás solo. La divinidad camina contigo, sosteniéndote en los momentos de debilidad y guiándote hacia tu verdad más profunda.

Tu alma, al sanar, no solo se libera a sí misma, sino que eleva al mundo entero. Porque un alma sanada es un portal abierto a la luz infinita del amor divino.

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El AMOR ha de ser recíproco, entre tu EGO, que se centra en tus pensamientos y emociones, para que que vaya hacia el AMOR Propio, dónde te ha de ser RECÍPROCO, para que puedas amar a los demás, desde un AMOR mucho más SANO y Elevado, que alumbra tu espíritu sagrado.

Somos seres a imagen y semejanza de la DIVINIDAD, somos energías en un cuerpo que es materia, para que aprendamos a AMARLO, cuidarlo y mantenerlo, como a todos los seres de la Tierra.

Toda la NATURALEZA es energía que se mueve a diferentes frecuencias energéticas, que salen de su interior.

EN la ESENCIA, tu ser más autentico, sin máscaras, sin heridas.

Todos tenemos un PODER, unos DONES, que se nos revelan cuando abres tu Conciencia y Sabiduría, para Observar con más profundidad, Escuchar con la intuición, sin juzgar, ni herir para SENTIR y conectar con su ESENCIA, dónde te revelan las heridas, traumas, miedos y egos, que van a hacer daño, van a juzgar, herir, ya que el espíritu es la Alta Frecuencia energética que amplificas con su propio PODER en acciones y palabras con JUICIO, para bordear la guerra, conflictos, problemas.

No necesitas más traumas, problemas, heridas, etc.. que no son tuyos, no te pertenecen SANAR, sino encontrar Seres con LUZ, que sumen y multipliquen en tu camino, a través de su propia LUZ, protegidos por la Divinidad aquí en la TIERRA