LUIS MARIMÓN : muerte en Las Vegas.






yo me retiro un tiempo,
no me muero
Luis Marimón

 ...entreleyendo Di Marga Code descubro la referencia a la muerte del poeta LUIS MARIMÓN: (La Habana, 1951-1995) , y las memorias de Alejandría resuenan otra vez en mis tercos oidos: "qué manera tan extraña de no ser Luis tiene la gente ".
Ahora que ya entramos en la Era de Acuario, bajo el Sexto Sol, comprendo que es hora de revisar los códices, las sombras y las leyendas.

Yo andaba por Yellowstone en un jeep con mi hija Beatriz y mi esposa Beatrice, navegando entre aguas termales, geisers, y osos que cruzaban el río frente a nuestra tienda, cuando me llamó Haydee Gómez desde Miami para decirme que Luis Marimón andaba por Las Vegas. Debía preguntar por él en un mercado cubano donde lo reconocían.

Pasamos los cuatro un par de días alucinantes en la ciudad de las luces, el juego y el alcohol con música... Luis en Las Vegas era como un pinguino anacrónico en la Ciudad de Arena. El pingüino es un pájaro que no vuela, es como un pez que quiere volar pero no nada.

De esos días quedaron un puñado de poemas que no sé si encontraré alguna vez porque después de aquella última ronda me quedé sentado para siempre en el Parque de la Libertad, como cuando Luis se sentaba allí a escribir y regalaba los originales de sus poemas de amor a las muchachas que pasaban.

Al despedirnos me entregó la última copia de Las Siete Muertes de la Niña Cecilia y me dijo "Un beso en tu Corazón".

Seguimos nuestra ruta de regreso a California y al llegar a Los Angeles conseguí para Luis unas habitaciones con balcón sobre el Boulevar Sunset, enfrente a donde teníamos la Galería Batá, y lo preparamos todo.
Todo, menos esas palabras del cuervo que ya estaban dichas.

Cuando logré hablar con el bodeguero de Las Vegas y le dije que Luis estaba perdido, no lo podïa encontrar. El bodeguero me dijo que más perdido iba a estar cuando me contara la historia:

Una de esas redadas (que sólo conocía por las películas de Hollywood), había caído sobre el hotel donde se quedaba Luis, con policías y metralletas descolgándose desde los helicópteros en medio de la noche.

Después de cruzar el Estrecho de la Muerte y ser deportado a la Base Naval de Guantánamo antes de poder finalmente entrar en Norteamérica, aquella fué la última gota que le faltaba al vaso de Luis para derramarse.

Al salir libre entre los que estaban " ïn the wrong place at the wrong time", Luis fue directo a una barra, y con el impulso del primer tragó cayó hacia atrás sobre el suelo. Ya no se levantó más.

Cuando supe esta historia ya era demasiado tarde para reclamar su cuerpo, que habrá ido a perderse entre los desaparecidos en la fosa común. Escribí un par de poemas que, como Luis, no sé adonde habrán ido a parar.




ANIMALES PUDRIÉNDOSE EN LA ORILLA DEL YUMURÍ
.
En la mojada tarde los cangrejos
irrumpen entre el fango sangroso de la orilla del río.
Otros animales son como diosecillos que se pudren silenciosamente
al viento.
A un hombre le aterraban los espacios infinitos.
A mí la vida y este mínimo sendero
que va de mi casa a la cervecera
y de la Marina hasta el puente.
Pero yo sólo creo en el amor
y en esas breves espinas y en los peces que se prolongan en sus márgenes
con sus vientres hinchados. Verdes moscas metálicas
(cantáridas)
y negras. Las profetizas revoloteando y en un insecto
traslucido que guía mis pasos a contrasombra.
Brota la vida de sus humildes cuevas
y me saludan.
Pero me agrada ser el que se borra sin creer nada.
El universo es este caminito,
el que me fortifica y amplía,
el que me aparta de los hombres malos;
el que me justifica ante esos perros, esos gallos,
esos corderos que se inflaman y dejan que brote el sol de sus entrañas,
esos hermanos míos que se marchan…
Fieles, quejumbrosos y únicos compañeros en esta travesía.
Y yo no creo en Dios pero de toda
está podredumbre
renacerá la vida…

LUIS MARIMÓN: (La Habana, 1951-1995). Vivió la mayor parte de su vida en Matanzas, donde su figura es hoy una leyenda en el ambiente literario. En vida sólo publicó dos libros: La decisión de Ulises (E. Matanzas, 1988) y El bibliotecario del infierno (E. Matanzas, 1992) Dejó inéditos al morir nueve cuadernos, de los cuales se han publicado Herencia de la Soledad (Ediciones Matanzas, 2005) yCronología del vértigo y del naufragio (Ediciones Unión, 2007). Murió en Las Vegas, Estados Unidos, a donde había emigrado poco antes de su muerte.
.



100 AÑOS
No seré uno de esos viejos que por las mañanas
buscan la leche y el pan
y después se duermen en los parques
esperando las moscas,
el pedazo de algodón que los haga
para siempre callar.
En realidad creo que no llegaré allá.
Por estos reinos penetro en los hospitales y cafeterías,
con mi garfio de vidrio excavo en las viejas tumbas,
calmo mi sed de abismo en la humedad
de los cántaros rotos.
Con un cuchillo en las venas
transcurro en el rumor más callado del hombre.
La misma luna entonces
hace crecer una raíz de muerte en mis ojos sin fin.
Habito en la rabiosa
trampa de algún dios contrahecho
y sé que en el mundo
ya casi nada
vale la pena.
No preciso ninguna fórmula, ningún ritual
para que el vino
siga transcurriendo por mi garganta cruda.
Mis ojos, mohosos por la tanta lluvia que han visto
se niegan a ser despertados por un sediento amanecer.
Me disfracé de olvido para transparentarme;
¡te esperé tantas veces!
He de continuar por la misma ruta que los cazadores
hasta que mi hocico tropiece con sus escopetas.
Pronto, ¿veré a Dios?
¿Qué me dirá?
¿Y yo a él?
La vida para mí
no ha sido fácil...


Las fotos utilizadas  en mis gráficas tienen como procedencia  LA PRIMERA PALABRA, del desaparecido poeta Heriberto HERNANDEZ MEDINA, + archivos perso.
Referencia en  Di Marga code , Abre tu cabeza -Ya Abrí mis ojos , Luis Tomasello

Commentaires

Anonyme a dit…
… y Dios creó el séptimo cielo, diciendo: “dejad que entren todos”. E hizo que fuese vigilado por la puta y el avión.

Patti Smith
Anonyme a dit…
Ocurre simplemente que me he vuelto inmortal.
Los colectivos me respetan,
Se inclinan ante mí,
Me lamen los zapatos como perros falderos.

Ocurre simplemente que no me muero más.
No hay angina que valga,
No hay tifus, ni cornisa, ni guerra, ni espingarda,
Ni cáncer, ni cuchillo, ni diluvio,
Ni fiebre de Junín, ni vigilantes.

Estoy del otro lado.
Simplemente, estoy del otro lado,
De este lado,
Totalmente inmortal.

Ando entre olimpos, dioses, ambrosías,
Me río, o estornudo, o digo un chiste
Y el tiempo crece, crece como una espuma loca.

Qué bárbaro este asunto
De ser así, inmortal,
Festejar nacimiento cada cinco minutos,
Ser un millón de pájaros,
Una atroz levadura.

Qué escándalo caramba
Este enjambre de vida,
Esta plaga llamada con mi nombre,
Desmedida, creciente,
Totalmente inmortal.

Yo tuve, es claro, gripes, miedos,
Presupuestos,
Jefes idiotas, pesadez de estómago,
Nostalgias, soledades,
Mala suerte…

Pero eso fue hace un siglo,
veinte siglos,
cuando yo era mortal.
Cuando era
Tan mortal,
Tan boludo y mortal,
Que ni siquiera te quería,
Date cuenta.

Humberto Constantini
Anonyme a dit…
pero a ti marga si te queria el cabron este, que en paz descanse, que bueno que publicaste esta vivencia tan fuerte. Saludos matancera.

Pedro
Anonyme a dit…
En un mundo de fugitivos, el que toma la dirección opuesta...parecerá que huye. (T.S Eliot)
Unknown a dit…
May my grandfather rest in peace
-jonathan marimon
Unknown a dit…
May my grandfather rest in peace
-jonathan marimon
Unknown a dit…
jonathan.b.marimon@gmail.com

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