Albis Torres una semana hacia la luz



En esta época donde las informaciones se superponen como una montaña escabrosa, la cotidianeidad adquiere dimensión interplanetaria con Internet, la muerte de una amiga, de una vecina que escribía poesía y rondaba el Vedado, podía quedar en airecillo de palabras reiterativas sobre lo poco que publicó Albis Torres.

El tiempo estaba invitándome a ese duelo no hecho, al ejercicio humano del recuerdo, a los versos con los cuales andamos, sea cual sea la prisa, en el tiempo poético tan desgarrador de una semana, a veces larga, a veces tentada de cambiar de tema.

Que breve y larga resulta una semana, donde se muere una mujer, y el sábado siguiente renace, se transforma en luz el alma errante de una poetisa cubana.

Agradecida a Wendy Guerra por dejarme entrar en esta otra puerta de su universo, la tan secreta que hiere, la de su mama. A los que han leído en silencio y a Carmen Karin Aldrey quien nos lega en el pasaje. “Recuerdo a Albis muy bien, me parece tenerla delante... me impresionó saber que había fallecido... tantos años en el camino!!! Pero sabes, la muerte no existe, así le llaman a la partida del cuerpo, a la desintegración de la materia. La energía sobrevive, busca sus afinidades y se mantiene evolucionando. Nuestros amados difuntos, por llamarlo de alguna manera, están en una dimensión que quizás no sabemos percibir, o no estamos preparados para ello, pero que tiene su intersección con la nuestra... algo así como en el Diagrama de Venn. Creo firmemente en que nos vamos, pero sólo de viaje. Quién sabe cuántas veces más regresaremos”.

Fe
Hay mitos que nadie ha fabulado,
mitos como universos que habitan
en los seres humildes.
El mío son las olas y un hombre
que las vio diligentes hacer y deshacer,
el paisaje lunar de las Galápagos
y un hombre que no cruzó el océano
e imaginó, mil veces veinte, un viaje
sin riberas.
Mi país es ese instante único
que ahora mismo sucede en todas partes,
orillas de la tierra,
lugares a los que no sé ir
ni puedo, y llego sin embargo.
Amo esa alquimia de olas y pacientes orillas.
No hay mejor patria
ni asta en que poner
bandera alguna.
He aquí mi acto de fe por Albis Torres.




Wendy Guerra Torres
LA MEMORIA Y EL POLVO

Para mami: Albis Torres


Tu tiempo es ahora una mariposa,
navecita blanca, delgada, nerviosa.
Silvio Rodríguez

Humano el gesto de una mariposa perdida
aleteando en el sollozo epistolar de lo que empieza
borrando la tinta del cuaderno enloquecido
diciendo mentiras sobre la prolongación del viento
y dibujando la calma con la espera de la brisa.
Un halo de verano vino ahogando la arrogancia,
y en el dolor que recuerda la agonía
vuela violácea y extraña.
Como si fuera invisible su estado de grávida belleza
pierde
el sentido del centro que la guarda
y cae desnuda, ante mis pies, ausente de rubor
y cae vencida de delirio y viajes fatuos.
Mientras recobro el polvo de sus textos
ella me olvida y escapa
entre sus alas
la memoria.


Homenaje a Albis Torres en la semana de su muerte, y de su nacimiento.
15 de marzo del 2004 ----20 de marzo de 1947.
Para que sea menos la poetisa de la que no se conocen sus versos. Descanse en paz.

Commentaires

Anonyme a dit…
Gracias Marga, hemos llegado entonces, gracias a ti, al inicio de la luz. Besssss. Y mañana se inicia la primavera. Wen, la de siempre.

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