ese muchacho pintado




Cuídate del que escriba desvergonzado, como es mi caso, puede ocultar a una persona tímida que se pregunta como atravesar tu puerta del alma. Hace mucho tiempo que le miro, se parece tanto a mi juventud, donde tuve amigos tan hermosos y azulados que proyectaban un aura que trascendería en los tiempos. Esa causal ya le daba trono, creo en la intuición, en lo que trasmite la presencia fotográfica.

Esa finura del rasgo, esa nariz tallada de los que entran a segundos aires y descubren una palabra que enumera y sintetiza la esencia de las esencias. Cuando un poeta descubre en los versos de otro poeta que han recorrido el mismo pasadizo – del infierno o del paraíso- ocurre un milagro, se unen los ojos y ya, en lo adelante, no habrá libro que no lea uno que no lo sienta el otro. Quizás sea ese el elogio necesario, decirse, esos versos debía haberlos escrito yo, si tuviera su talento…

Nunca le había molestado, me cuesta llegar y decir estoy en admiración, para qué perturbar a quien esta dejando una obra mayor, insólita y única en la poseía cubana: Carlos Pintado.

Quiso ese juego llamado Facebook escogerle como mi amigo del día…a veces mencionan a una persona y no se aparece ni en entrecomillas, y uno se queda, deseando un abrazo, un amigo debe recordar su infancia y ponerse a tu lado, un rato.

Ya caía la tarde, estuve con Chago hablando de Fayad, con Sifgredo que me devolvió la calle O, esquina a 27, donde se escuchaban en el cuarto piso los llamados al Moro, en las madrugadas afiebradas del Vedado… con Denis Fortun en intercambio de historias…El cuerpo en frisones, estremecido por las emociones que se sueltan en avalancha y fue el momento mágico. Carlos Pintado se llego donde nos ponían de amigos del día y respondió…


“¡Qué honor para mí! un abrazote grande- y recito algo que habia escrito -
"El alma perdida en el bosque, de ojos hacia fuera
de vientre y tripas hacia fuera
donde comen, tranquilamente, ciertos carroñeros
disfrazados de pájaros negros" Margarita García Alonso”


No sabia que este muchacho me conocía en el desliz del poema, y me sentí magnífica. Una vieja poeta se releva cada vez que un mancebo con nobleza la menciona. Y lo que es peor, ese oráculo donde leí que Carlos es especial me adentra a que tome el riesgo de decir – con perdón de los que ya quiero y tienen su lugar- que este poeta deambula donde anida lo inaccesible , y con maestría deja respeto, el poema sin aristas, perfecto en el sentir y la palabra.

Enhorabuena, ya me puedo morir, no se descubre a alguien así en muchas vidas.



DÓNDE ESTARÍA YO DE NO HABER SIDO

Dream not of other worlds
Milton, Paradise Lost, VIII


¿Dónde estaría yo de no haber sido
Éste que ahora deambula en corredores?
¿Sobre qué sombra busco los rigores
De la luz en las puertas del olvido?
¿Dónde estaría yo sino en la nada,
En el polvo, en el oro, o en el sueño
De aquel que se aproxima con empeño
Y paciente me acerca hacia su almohada?
¿Dónde, sino en la noche, la silueta
De mi sombra recorre la entrañable
Belleza de otra sombra, cruel saeta
Que en tan sólo un instante me sorprende?
¿Dónde mi larga muerte se desprende
De algo tan hondo, oscuro, inevitable?


AUTORRETRATO

Morir es imposible: la cicuta
La bebemos, despacio, como el vino
Y no morimos. Miro la pistola;
El círculo del cabo es sólo noche.
Juego con el gatillo y nada ocurre.
A solas, ya sin nadie, me aborrezco.
Pienso que no le importo al asesino.
Soy un tirano más. Nadie conspira
A mis espaldas. Niego a mis mujeres.
Sueño incendiar las casas de este pueblo.
Abjuro de mi nombre y de mi historia.
Morir es imposible. Nada ocurre.
Nadie muere. La muerte nos escribe
Poco a poco los días y las noches.

MANUAL DEL CONDENADO

Debo tu nombre al reino, oscuro pueblo.
Por una de tus calles he mirado
El palacio de Cnosos, las ventanas
Abiertas al abismo y a la noche.
Pienso en Dushara, su secreta historia,
Y en las altas batallas de Numancia
Que acaso ocurrieron sólo en sueños.
Entre muros de piedras he dormido
Y vislumbrado el alba en un instante.
Sé el oscuro misterio de los templos,
Y esa imagen de Kaaba con su piedra
De sacro mármol negro y misterioso.
Yo he querido morir en estas calles.
He querido encontrarme con mi muerte.
Me llaman Hollinshed. Mi nombre callan.
Solitario me escurro entre las sombras.
Otra gloria no quiero. Poco importa.
Desde aquí me desmienten las penumbras.
Mis pasos ya se pierden sin destino.
La condena de un hombre es mi condena.
Aquí puedo decir, oh, ciegos dioses,
No existen ya las luces ni las sombras,
Ni la rosa, ni el bosque, ni el estuario.
Ni la espada del último guerrero.
Ni el oro de esas tardes tan lejanas.
Ni el muchacho que aguarda temeroso
En Düsseldorf, sentado en una esquina.
Ni la paciente ergástula, acechando.
Ni el anillo de Odín ni de sus elfos.
Ni el recuerdo que el Nilo me prohíbe.
Ni el cuerpo que he lanzado hacia las aguas.

CARPE DIEM


El mañana no existe, ni el futuro,
Que es el mañana del mañana. Juego
A no creerme estas cosas. Miro el juego
Que los niños entablan y procuro
El difícil trasfondo de ese juego.
Por más que me sorprenda es siempre duro
Repetirse uno mismo en el oscuro
Espejo de los días. Como el fuego
Silencioso que abraza y me devora,
El instante me pierde en cada instante
Y al final sólo queda el breve humo
Perdiéndose en la sombra. Cada hora
Me acontece fatal y muy distante:
Cada hora en que ardo y me consumo

Commentaires

Manny Lopez a dit…
Gracias Marga! La poesia de Carlos es increible, desde la primera que lei me engache ... muy buena poesia! Saludos, Manny
Odette a dit…
Marga, yo pienso lo mismo de Carlitos: es un ángel, una cosa divina, de ésas que no pueden describirse. Y tengo la suerte enorme de que sea mi amigo y nos queramos con un cariño también mágico (como el que siento hacia ti), de palabras inútiles porque todo está dicho en la mirada, en el gesto, en el hálito. Es, además, un poeta exquisito. Qué bueno que haya llegado a tu camino.
Pero una cosa te digo, aquí entre nos: no es tan mancebo, ya peina sus canitas...
Un beso grande a los dos amigos de Facebook.
Anonyme a dit…
Marga, gracias por entregarnos la poesía de Carlos. Es un gran poeta, un envolvente poeta diría y desde Córdoba, Argentina, un abrazo para todos ustedes.
Y para Carlos, agrego un beso, no pensarán que voy a perdermelo.

Lily Chavez

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