En la ida, un poema de Zoé Valdés.
William Powell Frith (1819–1909)
EN LA IDA
Extraviada y dionisíaca
arranco las espinas de henequén de mi pie.
El viaje será largo y una vez allí toda renuncia será conjurada.
Llevo varias reencarnaciones depurando a otro ser,
purificándome en su búsqueda.
Predestinada al granito y a la arenisca,
disponiendo esa ida hacia la cadencia del jadeo,
allá en el templo de Khayuraho donde mitigaré
por fin la duda,
y todas las formas y las posiciones atinarán
en el moldeado final de ese tránsito ufano
del silencio a la carne,
y otra vez de la carne al secreto.
Zoé Valdés.
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