Santa Clavo, Margarita García Alonso, animation 2017











Cántico de Débora


Y aquel día cantó Débora y Barac hijo de Abinoam diciendo:


Porque ha vengado las injurias de Israel, porque el pueblo se ha ofrecido de su voluntad, load a Jehová.


Oid reyes; estad atentos príncipes, yo cantaré a Jehová, diré salmos a Jehová Dios de Israel.


Cuando saliste de Seir, oh Jehová, cuando te apartaste del campo de Edom, la tierra tembló, y los cielos distilaron, y las nubes gotearon aguas.


Los montes se derritieron delante de Jehová, aqueste Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.


En los días de Samgar hijo de Anath, en los días de Jahel cesaron los caminos, y los que andaban por las sendas se apartaban por sendas torcidas.


Las aldeas habían cesado en Israel, habían cesado; hasta que yo Débora me levanté, me levanté madre en Israel.


En escogiendo nuevos dioses la guerra estaba a las puertas; ¿si se veía escudo o lanza entre cuarenta mil en Israel?


Mi corazón es a los príncipes de Israel, a los voluntarios en el pueblo, load a Jehová.


Los que cabalgáis en asnas blancas, los que presidís en juicio, y los que is camino, hablad.


A causa del estruendo de los flecheros, quitado de entre los que sacan las aguas, allí recuenten las justicias de Jehová, las justicias de sus aldeas en Israel. Ahora el pueblo de Jehová descenderá a las puertas.


Levántate, levántate Débora, levántate, levántate; di canción. Levántate Barac y lleva tus cautivos, hijo de Abinoam.


Ahora ha hecho que el que quedó del pueblo señoree los magníficos; Jehová me hizo enseñorear sobre los fuertes.


De Efraín salió su raíz contra Amalec; tras ti vino Benjamín contra tus pueblos. De Maquir descendieron príncipes, y de Zabulón los que solían tratar sinzel de escriba.


Príncipes también de Isacar fueron con Débora; y también Isacar como Barac se puso a pie en el valle; dee las divisiones de Rubén son grandes las disputas del corazón.


¿Por qué te quedaste entre las majadas para oír los silbos de los rebaños? De las divisiones de Rubén grandes son las disputas del corazón.
Galaad se quedó de la otra parte del Jordán, y Dan ¿por qué habitó cabe los navíos? Aser se asentó a la ribera de la mar y en sus quebraduras se quedó.


El pueblo de Zabulón puso su vida a la muerte y Nefatlí en las alturas del armada.


Vinieron reyes y pelearon, entonces pelearon los reyes de Canaán en Thane junto a las aguas de Magedo, mas ninguna ganancia de dinero llevaron.


De los cielos pelearon, las estrelas desde sus caminos pelearon contra Sísara.


El arroyo de Cisón los barrió, el arroyo de las antigüedades, el arroyo de Cisón, pisaste, oh ánima mía, con fortaleza.


Las uñas de los caballos se embotaron entonces, por los encuentros, los encuentros de sus valientes.


Maldecid a Meros, dijo el ángel de Jehová; maldecid con maldición a sus moradores, porque no vinieron en socorro a Jehová, en socorro á Jehová contra los fuertes


Bendita sea sobre las mujeres Jahel la mujer de Heber Cineo, sobre las mujeres sea bendita en la tienda.


Él pidió agua y ella le dio leche, en tazón de nobles le presentó manteca.


Su mano tendió al estaca y su diestra al mazo de trabajadores, y majó a Sísara, quitole la cabeza, hirió y pasó sus sienes.


Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido, entre sus pies cayó encorvado, donde se encorvó allí cayó muerto.


La madre de Sísara asomándose a la ventana aúlla, mirando por entre las rejas, diciendo: ¿Por qué se detiene tu carro, que no viene? ¿Por qué tardan las ruedas de sus carros?


Las sabias mujeres de sus príncipes le respondían, y aun a sí misma se respondía:


¿No han hallado despojos y los están repartiendo? A cada uno una moza o dos, los despojos de colores a Sísara, los despojos bordados de colores, la ropa de color bordada de ambas partes, para el cuello del despojo.


Ansí perezcan todos tus enemigos, oh Jehová, mas los que lo aman, sean como el Sol cuando nace en su fortaleza.



Versión de CASIODORO DE REINA (Biblia del Oso, 1569)

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