Divide y VENCERAS

Photographer Unknown - Moving Group dressed as storks, during the Carnival Parade of Cologne. Germany, 1914

Por Eduardo Jo
Entonces, cuando ya habíamos avanzado bastante en el respeto a los derechos de todos los humanos y en las leyes que nos garantizan esos derechos a todos por igual, llegaron los maricones: "Pérate, que yo no soy tan igual, yo soy ma-ri-cón y quiero mis leyes aparte y que sean bien específicas en cuanto a con quien tengo sexo. 

Y después llegaron las tortilleras: "pérate, que a mi no me sirven las mismas leyes anti discriminatorias que a los maricones porque yo tengo bozo y ellos no, y quiero que en esas leyes quede bien clarito el tamaño de nuestros clítoris."

“Working to beat the Devil” (1900), caption: Eskimo Medicine Man, Alaska Exorcising Evil Spirits from a sick boy. I can’t get over how bizarre those gloves are.


Y después salió un heterosexual: "Pérate, que yo tengo sexo solo con mujeres, pero en las mañanas cuando les preparo el desayuno me gusta eyacular en su café con leche antes de llevárselo a la cama, y necesito leyes que me amparen, pues yo considero mi práctica una preferencia sexual alternativa."

Y después vinieron los negros: "Pérate, derechos de igualdad para todos ni pinga, yo quiero que en la ley que me protege se aclare mi color y la procedencia de mi tatara-tatara-tatara-tatara-abuelo, y de como lo trajeron obligado a estas tierras, y quiero que el estado me compense y me mantenga sin trabajar, y que en las prisiones estatales de toda la unión repartan soda de watermelon en las meriendas."

Y después vinieron a reclamar derechos y leyes personalizadas los chinos, y los cristianos, y los ateos, y los musulmanes, y los judíos, y los adoradores del dios sol, y los médicos indios, y los emigrantes sin papeles, y los emigrantes con papeles, y los tatara-tatara-tatara-nietos de los emigrantes, y los budistas, y los comunistas y los anarquistas y ... ... ... 

El gobierno tuvo que contratar nueve millones de nuevas secretarias, y la economía China llegó a ser la primera en el mundo vendiéndole a Washington impresoras que gastan un cubo de tinta por palabra, y talaron para hacer papel todos los bosques de Wyoming, Oregon, y Alaska, y la corte suprema llegó a tener doscientos cuarenta y nueve magistrados, cada uno especializado en siete minorías deferentes ... 

Y los blancos, los pobres blancos quedaron legalmente desamparados, pues cada vez que trataban de protegerse creando una ley los demás los acusaban de racistas, homofóbicos, sexistas, brujos, xenofóbicos, machistas, ignorantes, evasores de impuestos, etc.

Cuentan que todavía queda alguno escondido en unas cuevas en algún lugar de los Apalaches, pero quien sabe si es verdad, la gente es muy bretera.



The Flying Saucers File - art by Robert Gigi (1973)

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