El árbol de las cabezas humanas.

Escena en un jardín fantástico de la India, Mughal, a finales del siglo 18,  Acuarela opaca sobre papel En esta pintura intrigante, dos hombres desnudos caminan a través de un campo recogiendo plantas con flores en forma de cabezas humanas.  Entre las nubes oscuras,  por encima de ellos, el sol y la luna. El autor es desconocido, y parece que tiene  su origen en una antigua narración  popular de la India, tal vez el artista  ilustró un episodio de un antiguo cuento de medio oriente con el árbol Waqwaq, que crece en una tierra lejana y  fructifica con rostros humanos. Este tema se recogió en una historia  persa medieval:    la fruta madura de un árbol mágico cayó al suelo y fue madurando  la cabeza del hombre. ( British Museum - detalles)


TIEMPO

Y aquí estoy.

En ti.

En una misma carne inerme

y repetido

hasta el cansancio de los siglos.

Soy el Hombre.

El astronauta de su propio

desengaño

sin otro Juicio Final

ni Apocalipsis

que aquel de tu sentencia.

El del instante en que distraes

en otro ser tu mano.

Soy el abandonado

de altares y penumbras.

El que dejó la rosa,

su cráter incesante;

su viva geometría.

El que se ríe de su llanto y llora.

Aquel

que ruega a Dios

y deja su limosna

de átomos y pólvora



Nèmer Ibn El Barud

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