un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas.

El presidente electo de los Estados Unidos, Donald J. Trump:
"Hoy, el mundo marca el paso de un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas. El legado que Fidel Castro deja es el de fusilamientos, robos, sufrimientos inimaginables, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales.
Mientras que Cuba sigue siendo una isla totalitaria, es mi esperanza que el día de hoy marque un movimiento lejos de los horrores soportados por tanto tiempo, y hacia un futuro en el que la maravillosa gente cubana finalmente viva en la libertad que tanto se merece.
Aunque las tragedias, muertes y Dolores causados por Fidel Castro no pueden ser borrados, nuestra administración hará todo lo posible para asegurar que los cubanos puedan finalmente comenzar su vieja hacia la prosperidad y la libertad.
Me sumo a los tantos cubanos americanos que me apoyaron en la campaña presidencial, incluyendo a la Asociación de Veteranos Brigada 2506 que me respaldó, con la esperanza de que un día, pronto, veamos a Cuba libre".



“A Fidel Castro no lo absolverá la historia”. El premio Nobel Mario Vargas Llosa lo dice en plena sorpresa. Conoció bien a Fidel porque creyó en la revolución. Acababa de enterarse por EL PAÍS de la muerte del líder cubano. Son las ocho de la mañana del sábado en Guadalajara (México). El escritor peruano pide tiempo para meditar sobre el artículo que escribirá para este periódico, pero avanza una opinión aún sin reponerse de un hecho que forma la médula de todas las conversaciones entre escritores y editores que acuden a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más importantes del mundo en español.
Vargas Llosa lleva aún ropa de gimnasia. Ha hecho algo de deporte antes de asistir al homenaje que se le va a rendir por sus 80 años. “Soy el último superviviente del boom de la literatura hispanoamericana”, se ríe el escritor antes de dar un sorbo a su café con muy poca leche y lanzar su primera reflexión. “Espero que esta muerte abra en Cuba un periodo de apertura, de tolerancia, de democratización. La historia hará un balance de estos 55 años que acaban ahora con la muerte del dictador cubano. Él dijo que la historia le absolverá. Y yo estoy seguro de que a Fidel no lo absolverá la historia”.
Vargas Llosa fue uno de los intelectuales latinoamericanos que vio en la revolución cubana una luz democratizadora. Llegó a formar parte del grupo de escritores que visitaban a Castro, pero pronto se decepcionó. La persecución a los disidentes le horrorizó. No sólo se represaliaba, recuerda el Nobel, por las ideas políticas, sino tamb én por la orientación sexual: incluso si eran partidarios del régimen: “A los homosexuales, Castro los llamaba enfermitos”.

Héctor Abad Faciolince.
 “Sin Fidel, el boom habría tenido otras dimensiones. Uno podría dudar si los escritores fueron parásitos de la revolución o la revolución parásita de los escritores. Más bien hubo una simbiosis que funcionó en los sesenta, mientras intelectuales franceses como Jean-Paul Sartre se arrimaron a ese árbol y esa sombra”, afirma el escritor colombiano, de 58 años. “Pero hubo un quiebre y fue cuando la revolución pidió a Vargas Llosa que donara el importe del Premio Rómulo Gallegos, obtenido por La casa verde, y le prometió que se lo reembolsaría en privado. Ahí se vio la capacidad de corrupción de la política. Con Vargas Llosa no les funcionó”, concluye el autor de El olvido que seremos.
Nelida Piñón. “Fidel ya acabó hace mucho. De hecho, fue el fin de una utopía inalcanzable”, dice la escritora brasileña, de 79 años. “Yo le conocí. Era un hombre que hablaba y hablaba y hablaba, prolongaba las historias sin dejar que el otro le dijera nada”, se ríe Piñón, para quien el líder cubano está lleno de sombras: “Impuso el terror, persiguió a los gays, llenó las prisiones”. ¿Y lo bueno? “Que fue un constructor de utopías, de sueños. Pero hace mucho que esa historia suya se terminó. Eso le pasa a todos los héroes: no resisten a su propio heroísmo”.










Enrique Krauze. El gran historiador mexicano, de 69 años, no lamenta para nada la muerte de Fidel. “Ahora el mundo será menos malo. Fue el dictador más longevo de la historia latinoamericana y nunca tuve sentimientos hacia él”, dice. Para el autor de Siglo de caudillos, el fallecimiento abre la posibilidad de una apertura, sobre todo en el área económica, el gran talón de Aquiles del régimen. “Donald Trump verá con buenos ojos que Cuba camine hacia el capitalismo, pero le dará igual que siga siendo una dictadura”, concluye.

Foto: Kike Para
Sergio Ramírez.
 Para el escritor y exvicepresidente nicaragüense la intolerancia de Fidel se destapó cuando decidió obligar al poeta Heberto Padilla a hacer una autocrítica estalinista por un libro que el régimen había señalado como indeseable. “Luego el terror se mantuvo, vino la persecución de los intelectuales, de los homosexuales. Acabó en seguida con la primavera cultural cubana, instauró la idea de que se estaba con él o contra él”, afirma Ramírez, de 74 años.










Juan Villoro. Sorpresa, pero ninguna tristeza. Irónico, el escritor y pensador mexicano recuerda que Fidel llegó a adquirir la condición de líder eterno. “Lo considerábamos inmortal, pero al final hemos visto que era humano”.Para Villoro, de 60 años, la muerte de Castro cierra un ciclo que hacía mucho tiempo que ya se había agotado. “Tengo la edad de la revolución cubana y hemos envejecido juntos. Fue la depositaria de muchos ideales de justicia social, pero ella misma los fue traicionando. Los motivos son variados, pero fueron decisivos sus propios errores y la persecución de disidentes. Mi decepción mayor fue el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa”, afirma.

Daniel Divinski.
 “Fidel Marcó un giro en la historia de América Latina, más allá de los desbordes posteriores… ¿Lo peor? El avasallamiento de los derechos humanos, la persecución de personas que no estaban contra la Revolución sino que buscaba reformas, no derrocarlo”. Para el conocido editor argentino, de 74 años, no hay herederos de Fidel. “Se acaba en sí mismo. En los últimos tiempos decepcionó mucho. Como decía Perón de sí mismo, era ya un león herbívoro. Surgirán otros, pero ya no habrá un liderazgo individual como el suyo”.





Julio Ortega. "Fidel construyó un aparato cultural, pero paralizó la cultura. Produjo represión y exilios, todo se reducía a defender la revolución. Él decretaba quién era el bueno y el malo. Y no hubo un solo caso Padilla, sino varios. Ahora estamos en otra época y las cosas irán mejorando", dice el crítico peruano.
Claudia Piñeiro. "Con la muerte de Fidel se acabó el siglo XX", sintetiza la escritora argentina.


Y ESTE ES EL PROGRAMA DONDE SE VERAN OBLIGADOS A LLORAR LOS CUBANOS

Autor: Comisión Organizadora | internet@granma.cu

26 de noviembre de 2016 04:11:44

La Comisión Organizadora del Comité Central del Partido, el Estado y el Gobierno para las honras fúnebres del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, informa a la población que a partir del 28 de noviembre, desde las 09:00 hasta las 22:00 horas, en el Memorial “José Martí”, la población de la capital podrá acudir a rendirle merecido homenaje a su líder, el cual se extenderá hasta el 29 de noviembre en el horario comprendido entre las 09:00 y las 12:00 horas.

Los días 28 y el 29 de noviembre, entre las 09:00 y las 22:00 horas, en los lugares que se informarán oportunamente en cada localidad, incluida la capital, todos los cubanos tendremos la posibilidad de rendir homenaje y firmar el solemne juramento de cumplir el concepto de Revolución, expresado por nuestro líder histórico el primero de mayo del 2000, como expresión de la voluntad de dar continuidad a sus ideas y a nuestro socialismo.

El día 29 de noviembre, a las 19:00 horas, se realizará un acto de masas en la Plaza de la Revolución “José Martí” de la Capital.

Al día siguiente se iniciará el traslado de sus cenizas por el itinerario que rememora La Caravana de la Libertad en enero de 1959, hasta la provincia de Santiago de Cuba, concluyendo el día 3 de diciembre.

Este propio día, a las 19:00 horas, se realizará un acto de masas en la Plaza “Antonio Maceo”.

La ceremonia de inhumación se efectuará a las 07:00 horas del día 4 de diciembre en el cementerio de “Santa Ifigenia”.

Igualmente se informa a nuestro pueblo que la Revista Militar y marcha del pueblo combatiente por el 60 aniversario del desembarco de los expedicionarios del yate Granma, día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, se pospone para el 2 de enero de 2017.

Comisión Organizadora



@luisleonelleon
“Es un día alegre y triste para los cubanos libres. Alegre por motivos obvios: desaparece el dictador que ha destruido la nación cubana, fusilado, asesinado, torturado y envilecido la vida moral del país, y obligado a escapar a millones. Pero también un día triste porque se impone recordar a los que murieron sin llegar a ver este día. Hemos esperado más de medio siglo. Invoquemos a las víctimas del castrismo y regocijémonos y bailemos por fin sobre la tumba del asesino”, dijo desde su exilio en Barcelona el escritor y pintor Juan Abreu, quien en los últimos años se ha dedicado a pintar casi 400 rostros de cubanos fusilados.
“La única tristeza que me provoca es que no pudimos llevar a este asesino a un tribunal internacional para que fuera juzgado por sus crímenes de lesa humanidad. Su muerte abre una ventana de luz para el pueblo de Cuba, una esperanza para su libertad. Su muerte significa el final de un mito y la posibilidad del fin de la dictadura más antigua de nuestro hemisferio. El mundo debería ser solidario con los esfuerzos libertarios del pueblo cubano dentro de Cuba y en el exilio. Para Cuba ya es hora”, afirmó la escritora y activista Janisset Rivero, exiliada en Miami.
“En agosto de 1961, mis padres, mi hermana y yo, junto a otros compatriotas, escapamos en un barco secuestrado hacia la isla de Jamaica. A través de este largo exilio, hemos esperado esta noticia, la muerte del tirano. No celebramos su fallecimiento, al contrario, nos sentimos tristes, abochornados y decepcionados. Con su tardía partida, no se ahuyentan las muertes, las ruinas, las injusticias, los odios, las venganzas, los robos, ni las desesperanzas de la mayoría del pueblo cubano”, lamentó desde Manhattan el director y dramaturgo Iván Acosta.
“Ya veo a la gente justificándose por la alegría de asistir a la muerte de un monstruo. ¿Pero alguna vez ese monstruo pidió perdón o justificó alguno de sus crímenes? Entonces, cubanos y cubanas, gocen en paz, que los muertos sólo resucitan en la memoria de aquellos que los sueñan. Festejemos y olvidemos su nombre. Lo peor para los tiranos es el poder discreto de la indiferencia. Siempre he vivido en el futuro sabiendo que todos estos años han sido un desperdicio de soberbia y deshumanización. De estos bárbaros tropicales, quedará sólo el recuerdo de las ruinas que construyeron con la violencia perpetrada contra su propio pueblo”, expresó el dramaturgo cubano, exiliado en parís, Joel Cano.
Por su parte el músico Jorge Arronte, desde el restaurante Versailles, advirtió: “La juventud celebra efusivamente. Se pudo ver en la TV y redes sociales la gran cantidad de jóvenes. Para los que dicen, intentando denigrar, que sólo es el “exilio histérico” se reúne ahí a pedir un cambio, ahí está la realidad: la mayoría de los que están en el Versailles son jóvenes. Y es lógico, ha sido un dolor transmitido de generación en generación. Fue un traidor, traicionó a todos, manipuló a su antojo a seguidores de ideas lindas y a quien le hizo sombra y desechó cuando no le convino”.
“Aún yace en cada cubano o no cubano borrego que sostiene la dictadura más longeva de la Tierra, en el país más suicida del hemisferio occidental y el quinto país más suicida del Mundo. Todo ello forma parte de la misma agenda apocalíptica del lado oscuro de la gozadera. La desaparición física de alguien tan abyecto no le hace pagar lo que nos hizo, aunque algo es algo. Donde tenemos que atrevernos a apuntar para que mueran los Castro en realidad. Hasta que no exista ni un sólo ápice, ni un sólo rescoldo, ni un átomo de nuestro ser, nuestro pensamiento y nuestra alma, donde pueda cobijarse por imperceptible que nos parezca semejante monstruo. Nadie se desprende de ese estúpido regazo sin un puñetazo en el rostro de la piedad. Nadie aprende nada en esta vida sin un varapalo en el ego, y sus creencias, filias, incluso fobias. Pues a veces las fobias alimentan por oposición a lo mismo que niegan”, desde Miami reflexionó el músico y pintor Adrián Morales.
Por su parte, el Movimiento Cristiano de Liberación, declaró: “Un hecho biológico se ha producido en Cuba. Sabiendo la importancia que puede tener el fin de los días del tirano mayor, no depositamos la esperanza de cambio en ello pues esto nos llevaría a esperar que la trasformación democrática dependa, entonces, del próximo hecho biológico. En Cuba se está gestando (con el beneplácito de las democracias occidentales) lo que Oswaldo Payá denominó un “cambio-fraude”, que consiste en la sucesión de la dinastía actual hacia una junta económico-militar que pretende mantener sus privilegios sin permitir el ejercicio pleno de los derechos de los cubanos. El MCL lleva más de 28 años trabajando por que se produzcan cambio verdaderos a través de la participación ciudadana, y reclama hoy más que nunca, tal y como recoge la iniciativa Un cubano, un voto para la celebración de elecciones libres y plurales”.
Aunque de inicio el régimen no permitirá relajamiento de su control, más implacable aun es la marcha del tiempo. La era de la revolución cubana inexorablemente se desvanece ante nuestros ojos”, dijo el analista Randy Espinet desde el Sur de Florida.
“Debió haber muerto en el ataque al cuartel Moncada en 1953, o en algún momento antes de que pudiera instaurar la más feroz tiranía del hemisferio occidental. Nunca debió ser de muerte natural y en su cama. Su muerte ahora tiene un significado simbólico, espiritual, porque cierra una época que incide en lo nacional cubano pero que es internacional. Los siglos, las eras, no cierran cronológicamente, el siglo XX inicia con la Primera Guerra Mundial y termina en 2016 con la elección de Donald Trump, el Brexit en Reino Unido, el NO en Colombia a la componenda de paz con las FARC en La Habana y ahora con la muerte del tirano isleño”, afirmó el escritor Armando De Armas.
Fidel Castro fue el más brutal y destructivo de los tiranos en la historia de Latinoamérica. Su legado es una absoluta destrucción económica, presidios políticos, asesinatos, exilios en masa, brutal discriminación ‘apartheid’. Los cubanos garantizaremos que su nombre sea una mala palabra por los siglos de los siglos para nuestro pueblo. Su desaparición era necesaria para que el horror del presente pueda terminar y el futuro de Cuba pueda comenzar”, comentó el excongresista Lincoln Díaz-Balart.

Commentaires

Anonyme a dit…
Vi caer el muro de Berlín, acabarse el Apartheid. Viví 8 años de incumbencia del.1er Presidente negro de Estados Unidos. Vi a Mandela salir de la cárcel y convertirse en Presidente de Sudáfrica. Vi la caida de las Torres Gemelas, la legalizacion del matrimonio gay y el surgimiento de la Unión Europea. He visto la caída y el surgimiento de naciones. Vi a Obama abrir el diálogo con Cuba. Ahora vivo la muerte de Fidel.

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