en la REVISTA SUB URBANO, poemas de MARGARITA GARCIA ALONSO

Tres poemas inéditos en la revista SUB URBANO

Los poetas nunca pecan demasiado


 

Muchos se imaginan que conocen a Margarita García Alonso, o como suele llamarse en Facebook, Margó Reina de Groenlandia. En realidad nadie conoce verdaderamente a la escritora, poeta,  periodista, y artista plástica que esconde su sonrisa cubriéndola con su mano, y que se protege con una coraza de sargazo de ese nuevo mar que ya no es el caribeño de su infancia, ese mar frío y lejano que le ha tocado vivir en la Normandía.
En realidad Margarita es una incansable artista que lleva años construyendo una obra. Una artesana de las letras, de la plástica; que incluso ha publicado a varios poetas en sus Ediciones Hoy no he visto el Paraíso con grandes limitaciones como suele pasarnos a todos.  Falta de apoyo económico es solo el comienzo de una larga lista que nos acecha. Sin embargo esta matancera trasplantada a un mundo totalmente ajeno a sus raíces ha sobrepasado muchas carreras de obstáculos creciéndose ante cada situación y vertiendo cada experiencia en su amplia obra.
Esta ventana que me regala la revista Sub-Urbano al mundo es un lujo para mí. Un lujo de poder mostrarles a los poetas que admiro, a los que me hacen decir… me hubiera gustado escribir esto…y mi admirada poeta Margarita García Alonso a diario me sorprende con un verso, con una imagen, con un suspiro que tiene una dimensión grandiosa…y vuelvo y repito…
Margarita, me hubiera gustado escribir esto.

Oficio paciencia
Cuento los fósforos,
he de entretenerme hasta que pase
la nevada,
con los que han perdido cabeza
levanto palizadas
contra  la tormenta.
Escucha, no son los elementos
que golpean la ventana
es esta furia que desata en mí
         la huida de mi isla,
es esta furia la que me apaga.
Estoy contando fósforos
voy por tres cajas
dos con cabezas rojas,
una de muertos,
y no me equivoco.

Oficio despedidor de horas.
He escrito  poemas en un papelucho,
he garabateado  en el borde,
más estrellas que todas las de la vía láctea
y sigo
como ciega
en la noche
en que  murió mi padre.
He quedado ausente, como si me hubiesen
otorgado visa para la niebla.
Me queda pan, aceite, olivas y vino barato.
Puedo inventar  una vida de huérfana,
tengo tiempo, no llego y si llego
no pueden reconocerme.

Oficiado aguador
El aguador está para repartir sorbos de fama,
la sed es inmensa, la aridez aplana
la callejuela donde tarda la primavera.
Viene de muy adentro la nieve que quema
he leído a Maupassant, Rilke,
Rimbaud , Céline,
a cuanto buen francés, chino, japonés,
inglés, español de letras
supo antes que no alivian.
Me he sentado en sus camas
he tocado  sus puertas,
me he inclinado en la ventana
que da al Sena
y he llorado por Hugo,
quien  escucha a su hija
ahogarse frente
a los granos de tulipa
que viene de sembrar.
Me he apoderado de energías
que deambulan en aposentos normandos,
energías que destruyen la cuerda
con que le jardinero traza
un sendero de helechos bifurcado,
a prueba de racionalidad.
Van a repartir versos,
inspirados en inviernos
que se repiten como trenes de carga,
año tras año amaestran al Hombre.
Ahora mismo el puntero escribe nieve
como si degollara un toro,
con la destreza de un soldado
que se da a la lírica.
La sangre en el recipiente
huele a crimen mal pagado.
Si se me escapa la gota que mancha
la gota que salva de la sed,
de la esencia de la muerte
arrastro un  coro de niños al
oficio del domingo
pero me da por repetir salmos
hasta que escampe.
Me consuela pensar que
si llega a ultramar este texto
podrán traducir la soledad,
podrán traducirme,
ya acepto
que no hablamos la misma lengua.
La campana de la iglesia
de Santa María de Le Havre
llama a los sedientos
han cortado flores en jardines orientales
han adornado el altar con encajes antiguos
la mano se desliza del bolsillo
a la jarra anunciadora de líquenes
putrefactos y todo en medio de escalones
que ascienden a una línea divisoria del vitral.
El vagabundo a la puerta del templo,
el sin techo en la palizada de Europa
duerme en el canto  donde reparten,
como si fuese porción bestial,
la nota del angel,
como si pudiesen abaratar la hambruna
y convocar tras el meadero público
una súbita caída de vino a tropel.
No hay mérito en vivir en esta cuadra del mundo
no hay mérito ni imaginación cuando cuento
lo que  regala  mi calle pues
el sordo organillero de la iglesia
machaca  con sus pies el instrumento
y en cada pestañeo el mendigo alza la nota.
Estoy en la fila, siempre he estado en colas
que avanzan como culebrillas por comida,
por ropa, por papeles,
por  los poetas muertos
sin inventar el himno que me salve
de esta visión apocalíptica.
Margarita García Alonso (Matanzas, Cuba). Periodista, poeta, y artista visual. Licenciada en periodismo de la Universidad de la Habana.  Master en Industrias gráficas- creación, paginación y videos, en Fodeno, Francia.  Ha publicado los poemarios Sustos de muchacha, (Ediciones Vigía, 1988), Cuaderno del Moro, (Editora Letras Cubanas, 1990).Maldicionario,  Mar de la Mancha,   L’aiguille dans la pomme,  La costurera de Malasaña, y Cuaderno de la herborista en Editions Hoy no he visto el paraíso, donde publica, además, el primer libro ilustrado sobre la obra de José Lezama Lima: Lezamillos habitados; las novelas para niños: Garganta, y Señorita No y señora sí. Y las novelas: Amarar, (también publicada en Ediciones El barco ebrio, 2012.) y La pasión de la reina era más grande que el cuadro, 2012. Ha obtenido numerosos premios en concursos literarios y otros tantos como pintora. Su obra se encuentra catalogada dentro del Patrimonio de arte contemporáneo de la Seine Maritime, y facturada en la colección « Spotlight on France », de Satchi Gallery On Line, por la curadora Rebecca Wilson. Laureada en la Taberna de poetas franceses, y publicada por “Yvelinesédition”, en Marzo 2006. Creadora de Editions Hoy no he visto el paraíso, donde ha  editado poemarios a David Lago González, Alberto Lauro, Sonia Díaz Corrales, Odette Alonso, Juan Carlos Recio, Pedro Assef, Maya Islas, Carlos Augusto Alfonso,  Jesús Díaz y ensayos a Javier Guzmán Simón. Reside desde 1992 en Francia. En Cuba fue directora del semanario cultural Yurumí y editora de Casa de las Américas.
© 2013, Manuel A López. All rights reserved

Manuel A López

Sobre el autor (Perfil de autor)

Nació en Morón, Cuba (1969). Poeta, narrador y promotor cultural. En 1980, llegó a los Estados Unidos con su familia. Creció entre California y La Florida. Fundó en 2006 la Galería Zu, espacio alternativo de tertulia artística y literaria, que mantuvo hasta el 2010 en Miami. Es director de Project Zu, un programa de fomento y difusión de actividades culturales. Su poesía ha sido publicada por revistas como AriqueBaquianaContratiempoLa Peregrina MagazineLaFanzine,  Linden Lane y Ventana Abierta. Su primer libro de poesía, Yo, el arquero aquel, fue publicado por Editorial Velámenes (West Palm Beach, Florida, 2011). En julio del 2012, se publicó digitalmente por TheWriteDeal un libro de cuentos cortos en inglés, titulado Room at the Top, y una versión revisada será publicada en junio de este año por Eriginal Books.



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